Te amaré hasta el final

El inicio

¿El amor duele?

No, el amor no duele. Son nuestras decisiones las que generan dolor.

Aldo Ibarra.

Veo, veo... a una hermosa mujer, pero no logro ver su rostro solo una hermosa cabellera y una luz que encandila, trato de seguirla pero no logro alcanzarla, una parte de mi la ama con toda mis fuerzas la otra parte de mi se siente muy angustiada porque siente que la va a perder, se aleja se aleja... duele tanto..

17 años mi nombre es Chris, mi vida es simple, rutinaria, lo que se espera de cualquier chico a mi edad, me despierto cada mañana sin dificultades, sin responsabilidades mayores, lo único que tengo en mente es ir al colegio, estar con los amigos y compartir con la familia.... Por lo menos eso creía, no imaginaria que un lunes despertaría con un sueño extraño, me encuentro sudado y angustiado se sentía tan real, me veo interrumpido por la alarma recordándome que las vacaciones habían acabado y tendría que volver al colegio, me levanto en piloto automatico voy a la ducha mientras las primeras gotas caen sigo pensando en aquel sueño tan real, pero la angustia se disipa de apoco mientras voy despertando cada vez más supongo que asi son todos los sueños, creo que soy muy supersticioso, creo en los sueños, sintiendo que todo iría a cambiar en mi vida, pero trato de minimizarlo, era la primera vez que esa sensación se apoderaba de mí. De pronto reacciono y vuelvo a la normalidad, era un poco tarde para asistir al colegio, volvíamos de las vacaciones de invierno, si volviendo a la realidad. Trato de apresurarme más y no pensar, pongo el uniforme, voy a saludar a mi familia sin tener el tiempo suficiente de desayunar con ellos, cojo una manzana, me despido de mi madre y voy caminando al colegio lentamente saboreando aquella manzana, como si fuera que el tiempo que tengo es suficiente.

Llegando justo sobre la hora, apresurado a último momento logro entrar a la formación de alumnos, la típica formación que los maestros hacían por la vuelta a clases. Enfadado por lo tedioso que se volvía la espera, logro divisar a una alumna nueva que capto mi atención instantáneamente y de nuevo aquella sensación de molestia reaparecía.

¿Cómo eso era posible?

Tan solo podía observar por detrás, con la luz del sol no lograba distinguir, pero de algo estaba seguro, esa mujer era especial, con el simple hecho de mirarla por detrás quede con las ganas de ver su rostro e imagine como seria. Tenía esa cabellera que me atraía bastante, de color castaño claro y le llegaban hasta la cintura. Al acabar el discurso de los maestros decido ir tras ella, y en ese momento es cuando algunos amigos cruzan mi camino impidiendo avanzar. No lograba encontrarla, no logre mirar su rostro y fue en ese momento que se perdió entre la multitud, entre el desorden logro evadir a mis amigos, pero ya era tarde, esa mujer ya no se encontraba, pensé en ese momento que capaz lograría dar con ella en otro momento, lo que más intriga me generaba era su rostro, solo quedaba imaginarla. Increíble como lo imaginamos a veces, vemos personas que nos causan un gran impacto de espalda sin ni siquiera mirar su rostro y al tenerlo en frente no es lo que imaginábamos, aunque esta persona es diferente me hizo acordar al sueño que tuve, esa incomodidad en el pecho.