❁ 3ʳᵈ Flower

353 42 29
                                    

Yoobin miraba aburrida la ventana del aula y veía las nubes pasar. Mientras, recordaba lo que había pasado hace unos días en la cafetería, estaba tan feliz de haber oído su voz al fin. Después de mucho insistir Jinsoul y JeongEun aceptaron darle otro turno los martes aunque solo pagándole la mitad del sueldo extra. A ella no le importó demasiado, solo quería ir allí para ver a su chica.

—¡Lee Yoobin! ¿Está usted escuchando?— la voz del maestro le sacó de sus pensamientos.

—S-sí, sí, profesor.

Una nota de papel cayó al lado de su libro. Al abrirlo vio que era una nota Yoohyeon.

"Se puede saber en que estás pensando?? Es como la tercera vez que te regaña hoy —Yoohyeon♡"

"Nada de tu incumbencia. Además qué te importa a ti?? Pensaba que no querías hablarme después del incidente del batido —Yoobin♚"

"Entiende que estaba enfadada, yoobin, me tiraste un jodido vaso entero lleno de batido de mora justo cuando iba a hacerme la foto del anuario. Por cierto, como has dibujado tan rápido una corona?? —Yoohyeon♡"

"Cuando eres una reina como yo te acostumbras a dibujar coronas —Yoobin, tu queen♚"

"Eso sigue sin responder a mi pregunta inicial. Acaso mi pequeña se ha enamorado? —Yoohyeon♡"

"No soy tu pequeña. Y aunque estuviera enamorada no se lo diría a alguien como tú —Yoobin♚"

"Ohh, eso me dolió. Aunque me lo tomaré como un sí. —Yoohyeon,quien ahora está ofendida♡"

Y entonces Yoobin rompió la hoja a la mitad y la tiró por la ventana.

·❀◎❀·

—¿Habeis oído lo de los nuevos estudiantes?— preguntó Siyeon mientras se sentaba en la mesa junto a sus dos mejores amigas.

—¿Nuevos estudiantes?— dijo Yoobin.

—Yo he visto algunos carteles de bienvenida por el pasillo, además la directora me ha pedido esta mañana que los del club hagamos algún pequeño arreglo floral para regalar a los nuevos— comentó Handong.

—¿Pero por qué llegan nuevos edtudiantes?— Yoobin seguía sin entender.

—Es un proyecto entre los institutos de Seoul. Algunos chicos vendrán a este instituto y otros de nuestros estudiantes irán al suyo. Supuestamente esto servirá para crear lazos entre los distintos centros— explicó Siyeon.

—¿Y el club de jardinería vamos a colaborar, Dongdong?

—Por supuesto, además si la directora lo ha pedido puede que nos llevemos algún punto extra— las tres rieron.

Esa misma tarde todo el club se reunió en una pequeña cabaña que tenían al lado de la salida del jardín. Esta estaba decorada con flores de todos los tipos y colores, a petición de Handong. Era un lugar muy alegre y acogedor.

—¡Siento llegar tarde!— dijo Yoobin y tomó sitio entre Lalisa y Mino.

—Felicidades, es la cuarta vez en la semana y sólo estamos a viernes— comentó Mino sarcástico.

Y aunque Yoobin quería decirle algo prefirió guardárselo porque al fin y al cabo esto era su culpa. Se había quedado mirando a la chica misteriosa y no se dio cuenta de la hora.

—Como todos sabréis habrá un proyecto de intercambio en la ciudad y varios alumnos nuevos llegarán el luenes que viene. La directora nos ha pedido que hagamos varios arreglos florales para decorar los pasillos y pequeños ramos para regalar a los estudiantes— explicó Handong, la líder del club.

—¿Tenemos algún tema en específico?— preguntó Yena.

—Bueno había pensado que podríamos hacerlo de los colores honoríficos del instituto, negro y morado.

Después de repartir los papeles todos se pusiron manos a la obra. Tenían una semana para preparar todo así que tenían que trabajar rápido, lo que significaba que Yoobin no podía quedarse más tiempo observando a la misteriosa.

·❀◎❀·

El martes Yoobin la volvió a ver. Era tan guapa, cualquiera se podría perder en las hebras finas y brillantes de su cabello. Sus ojos brillaban con la luz del sol al atardecer mientras miraba a través de la ventana de cristal.

Por pasarse el tiempo observándola, Yoobin casi tira el café encima de dos clientes y metió dos palillos de madera en una magdalena.

«¿Cómo he podido hacer eso? Ni siquiera tenemos palillos en la cafetería.» sé regañaba a sí misma mientras volvía a su casa de su turno.

Iba metida en sus pensamientos cuando de pronto chocó con alguien.

—Perdone— se disculpó enseguida pero su respiración se paró al verla a ella ahí.

—No, no te preocupes. Estaba viendo los escaparates de ropa y me distraje— Su risa otra vez. Su hermosa risa. —Perdóname otra vez pero, ¿no eres la chica que trabaja en Sweet Rose?

El corazón de Yoobin no podría ir más deprisa, se acordaba de ella.

—S-si, soy Yoobin—. Las dos se levantaron del suelo y se miraron por unos segundos.

—Bueno, Yoobin. Un placer hablar contigo, ¡ya nos veremos!— dijo y se despidió. Yoobin aún podía sentir su corazón ir a toda velocidad, escuchar su propio nombre en sus labios sonó tan bien que sentía que se desmayaría en cualquier momento.

Pero no todo podía ser perfecto.

Mientras Yoobin seguía analizando lo que acababa de ocurrir alguien tiró de su brazo con fuerza. Y cuando intentó gritar le taparon la boca con otra mano.

El desconocido la llevó hasta un callejón solitario y por mucho que ella intentaba soltarse el agarre en sus brazos era muy fuerte. Pensaba matar a ese cerdo en cuanto pudiera.

Él le tiró contra la pared, quitó la mano de su boca y lo sustituyó por sus labios. Movía sus labios lentamente y Yoobin ya iba a empezar a llorar, pero esos labios y ese olor le eran familiares.

En cuanto el agarre en sus brazos se aflojó, Yoobin no dudó en dar un puñetazo a su agresor y al fin verle el rostro.

No podía ser él. No otra vez.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 23, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝┋Flowers┋❞  ; Lee YooBinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora