Prólogo

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《Creía haberlo perdido todo, sentado en uno de los asientos del hospital en la sala de espera.
Ahí estabas tu, con un respirador brindandote el oxígeno que no podías conseguir por tu cuenta.
Me miraste, nuestros ojos se encontraron por un segundo mientras te llevaban a la sala de emergencias, me sonreiste, me diste esperanza.》

esperaba sentado en la parada del subte, tenía sus auriculares puestos reproduciendo "wonderwall-Oasis".
Un angelical canto entró en sus oídos a través de los audífonos llamando su atención, por lo que alzó la mirada encontrándose con un joven de cabello castaño, piel apenas café y ojos almendrados, le calculaba unos 19 años, cantaba symphony de Clean bandit y Zara Larsson.
Lo observó de arriba hacia abajo, tenía una voz grave y poderosa. Cuando la canción finalizó se acercó a el dejando un bollo de dinero en su mano, en total 40 dólares, por su parte el chico le dedico una cálida sonrisa agradeciendole, se quedó embobado por los profundos ojos ajenos. Sacudió su cabeza y entró en el transporte enseguida, sin poder quitarse la rectangular sonrisa del cantante de la cabeza, lo miraba por la ventanilla, iba desapareciendo a medida que avanzaba el subte.
Se despertó al oír el silbato que indicaba que estaban en la terminal, bajó mirando hacia todos lados, buscando alguna señal de su novio, impaciente.
Unos brazos envolvieron su cintura, sintió un delgado cuerpo apegandolo a el.

-Hey.- Sus músculos dejaron de tensarse al escuchar la voz de Min YoonGi, sonrió volteandose para luego tomar sus mejillas y plantar un tierno beso en sus labios, la gente de su alrededor se alertaba, pero parecía importarle poco.

-Te extrañé, ¿Cómo has estado?, ¿Comiste bien?- Sus preguntas no tenían fin.
YoonGi procedió a tomar su mano y caminar con el hacia su vivienda.

(...)

Pasó las llaves por la cerradura abriendo la puerta principal.

- Como extrañe estar aquí.- Estiró sus brazos y bostezo, siendo interrumpido por JiSung, el cachorro de Yoongi.

-También te extrañó, desde la última vez que nos vimos- Pasaron 2 largos meses. - El duerme de tu lado de la cama y huele tus camisas.-

-¿Aún usas mis camisetas para dormir? - Una risa salió de sus labios mientras acariciaba al Bull Dog francés.

-Son muy cómodas, más si son holgada y se me ven bien.-

El mayor se acercó a el tomando su cintura. - Amor, ¿Qué no te queda bien a ti? -

Sus labios se encontraron y dejaron paso a sus lenguas las cuales batallaban por el control. Poco a poco Hoseok caminó unos pasos hasta chocar con la pared, manoseó el cuerpo contrario con desesperación, necesitando sentirlo.
Tomó su muslo y acomodó su pierna en su cintura.

(...)

Ambos jadeantes reposaban sus acalorados cuerpos en su lado correspondiente de la cama. Hoseok entrelazo su mano derecha con la de YoonGi.

-Creo que me oxide un poco en eso de ser el de abajo.-

-Era mi turno.- Respondió.

-Me duele el trasero..-

YoonGi sujetó la pequeña cintura del pelirrojo y volteó su cuerpo dejando su parte trasera a su favor, besó su espalda
Dejando un rastro de besos hasta llegar a su redondo trasero, donde plantó multiples besos y masajeo con una de sus manos.
Se separó con una pícara sonrisa.

-Te veo así y me dan ganas de nuevo.-

Tragó saliva. -No tengo más fuerzas, piensa que es mi primera vez, aprovechado.-

-Podrias acostumbrarte, me gusta que hagamos esto.-

Acarició su cabello despeinado levemente, desde la ventana podía verse el cielo naranja, algo que le preocupaba al mayor, eso indicaba que la noche estaba por caer y debía volver a casa de sus tíos.
Abrazó con fuerza al pelinegro con un inconciente puchero.

-No quiero irme, me quiero quedar así contigo.-

-Sueña conmigo esta noche.- acomodó un mechon detrás de su oreja.

-Suena una tentadora oferta.-

Se miraron fijamente.

-Te amo, Jung Hoseok.

-Te amo, Min YoonGi.

Así terminó su tercer aniversario y su segunda vez, bajo los techos de una casa en París.

❝Only Fools.. ❞ 《Vhope》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora