13. Mika la descarada

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Me había comprado unos zapatos nuevos, de tacón de aguja. Éstos llevaban implementados agujas reales en ellos, por lo tanto me servirían en alguna ocasión. Además, eran bonitos.

Me tumbé en la cama de Shikamaru, con un libro en la mano. El chico estaba en el suelo, planeando algo.

—¿Qué haces? —le pregunté aburrida.

—Planeo algunas tácticas para la misión de mañana —me contestó concentrado.

—¿Quienes van?

—Ino, Choji, Asuma-sensei y yo.

—Yo creo que deberías poner a Ino delante —le comenté—, con su jutsu de transferencia de mente, puede hacerse con el enemigo. Choji en el medio, con su expansión los puede capturar fácilmente y tú atrás, por si las cosas van mal, con tu jutsu posesión de sombra.

—Bien pensado —me felicitó.

—Gracias. Tanto tiempo viviendo contigo, se me tuvo que pegar algo aparte de la pereza —solté una pequeña risilla.

—Ja, ja, que problemática...

—Que fastidioso —le contesté—. Sino, utilizad la formación Ino-Shika-Cho.

Dejé a Shikamaru seguir con sus estrategias, así que me fui a buscar a alguien con quien pasar un rato. Y claramente, cuando busco a alguien TODOS en la aldea desaparecen. No encontré ni a Hinata, ni Sakura, ni Tenten, ni nadie.

—Que triste —suspiré.

—¿Qué es tan triste? —preguntó una vocecilla detrás mío.

—No hay nadie en la aldea —me quejé—. Estoy aburrida. Shikamaru está planeando estrategias, Tenten y Lee por ahí haciendo a saber qué, Sakura está de misión con Kakashi-sensei y Naruto, Hinata con su equipo, y yo, muerta de asco.

—Yo estoy aquí, y no tengo misión —me dijo él.

—Me he dado cuenta —le dije obvia.

—Si vas a estar en ese plan mejor me voy —me advirtió Neji.

—¿Qué plan? No estoy de ningún plan —le dije.

—Así de borde —me explicó irritado.

—Yo no estoy borde —le contesté igual de irritada.

—Seguro —y sin dejarme hablar, se dió vuelta y se fue.

Volví a estar sola. Genial. Y encima, hice enfadar al Hyuga.
Andé por la aldea un rato más, hasta que se me apareció un ANBU.

—_____, la Hokage te solicita —me dijo.

—Ahora voy —le dije con desgana.

El ANBU asintió, y se fue. Antes de llegar a la torre de la Hokage me paré y compré unos dulces.
Al estar ya al lado de la torre, me subí a la ventana, y entré por ella.

—¡¿Cuántas veces te he dicho que entres por la puerta?! —me gritó.

—No sé —me hice la inocente.

—Tengo algo que comunicaros a vosotros dos —me dijo.

—¿Nosotros dos?

Me di la vuelta, y me encontré con el Hyuga y su cara de amargado habitual. Al lado de él, también se encontraba una chica, más o menos de nuestra edad, un poco más pequeña.

—Neji y tú escoltaréis a esa chica —dijo señalando con la mirada a la niña—. Ella es la hija de unos nobles muy importantes de Iwagakure.

—¿Sólo escoltarla? Eso es fa... Espera. ¡¿Ha dicho Iwagakure?! —asintió despreocupada—. No voy —anuncié, haciendo una equis con mis brazos delante de mi pecho.

—No es una petición, _____. Es una orden —me informó. Me hizo una señal para que me acercase a ella—. Ten cuidado en Iwagakure. La mayoría seguro que sabe sobre tí —advirtió.

—No quiero ir —me quejé—. ¿Por qué no envía a Tenten, o a Lee? Ellos llevan más tiempo con Neji, por lo tanto, se compenetran más —intenté persuadirla, pero de nada servía eso con ella.

—La técnica de los Hyuga se basa en la lucha cuerpo a cuerpo, para cerrar los puntos de chakra. Neji, al ser un Hyuga, tiene esa habilidad, pero también es una debilidad, ya que si se encuentran con shinobis de ataque a larga distancia, estará en desventaja. Tú eres buena con ellos. Los ataques a larga distancia son tus puntos fuertes, por ello te envío con Neji. Además, cuatro ojos son mejores que dos —me guiñó un ojo. Ella sabía de mi Byakugan despertado. Por eso lo decía, estaba segura.

—¿Y no será porque no hay más shinobi disponibles que nosotros dos? —le cuestioné.

—Puede ser —me brindó una sonrisilla burlona. Había dado en el clavo—. Saldréis en una hora, id a preparar vuestras cosas. Mientras tanto, Mika, ve a la entrada. Ahí te cuidarán Kotetsu e Izumo mientras.

Los tres acatamos las órdenes de Tsunade. Me fui a casa, y tomé una mochila, la que solía llevar a todas las misiones. Shikamaru había dejado unos papeles con las formaciones, y algunas notas sobre las estrategias que usarían. Las miré, y tomé un lápiz, para seguidamente escribirle algunas cosas que me parecían útiles de los miembros.

Metí comida, alguna manta, mis zapatos nuevos, agua, y pergaminos. Me coloqué a la espalda una tienda de campaña plegable y un saco, y debajo de ellos, un pergamino gigante; como el que utiliza Tenten. Sirven para lo mismo, pues ella me lo regaló cuando llegué.

Dejé una nota a Shikamaru, diciéndole que saldría por unos días en misión a Iwagakure, y me fui a la entrada. Allí se encontraba la niña esa, Mika creo que se llamaba. Me acerqué a Kotetsu e Izumo.

—¿Neji y tú vais de misión, eh? —comentó Izumo.

—No hagáis cosas indebidas, que hay una niña con vosotros —le siguió Kotestu. Me sonrrojé.

—No lo haremos —contesté.

Miré por una milésima de segundo a la chica, la cual parecía sumergida en sus pensamientos.

—Oye —me llamó la niña—, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Sí, claro.

—¿Qué te traes con Neji? —que directa.

—Nada. Sólo somos compañeros de equipo —le contesté algo fría. No iba a arriesgar información sobre nosotros.

—Bien, pues espero que no te importe que quiera seducir al Hyuga —me confesó descaradamente—. Es muy guapo y apuesto.

—Haz lo que te venga en gana —le contesté sonriente, aunque por dentro quería golpearla por su descaro.

Neji llegó a los pocos minutos, por lo que pudimos dar por comenzada la misión de escoltar a Mika la descarada.

¿Nara o Hyuga? »Neji y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora