Me había comprado unos zapatos nuevos de tacón. Éstos llevaban un lugar para llevar agujas reales en ellos, por lo tanto me servirían en alguna ocasión. Además, eran bonitos y tenía dinero. Bueno, Shikamaru tenía dinero.—Mira, ¿te gustan? —se los enseñé, viendo que no me hacía ni caso. Hice un puchero.
Me tumbé en la cama de Shikamaru, observando lo que hacía. El chico estaba en el suelo concentrado.
—¿Qué haces? —le pregunté aburrida, quitándole de las manos la libreta en la que escribía.
—Oye, devuélvemelo —se levantó del suelo y se acercó a la cama, tendiéndome la mano—, es importante.
Leí los garabatos que había escrito. A pesar de estar en el suelo tirado como un pañuelo usado, su letra era bonita. Me recordó a las cartas que me escribía, contándome las cosas que pasaban en mi ausencia. Era adorable.
—Planeo algunas tácticas para la misión de mañana —me contestó—. Anda, dámelo.
Me acercó su mano, pero me negué a devolvérsela, dándome vuelta en la cama y cubriéndola con mi cuerpo. Shikamaru trató de quitármela haciéndome cosquillas, pero en un descuido tropezó, quedando encima de mi, con su cuerpo rodeándome.
—No seas lianta y devuélvemela —me dijo, aún encima de mi.
—¿Y si no quiero? —le miré.
Los dos nos quedamos en silencio. Volví a recordar mi primer beso. Después, el del Neji falso. Tenía un lío mental enorme. ¿Por qué bese a Neji? Me apetecía... ¿Y por qué se me venía a la mente aquella primera vez? Se suponía que era una chiquillada, cosas de niños.
Si bien es cierto que Neji me había atraído desde el primer momento en el que le vi, la cercanía que tenía con Shikamaru, su olor tan familiar y característico, él...
Mi mente era un caos; mis sentimientos eran un caos.
—Se te ha quedado pelo suelto.
Enrosqué mis dedos en un fino mechón que se había soltado de su coleta, jugueteando con él mientras acariciaba su nuca. Noté sus orejas rojas: de pequeño también le pasaba. Nos miramos a los ojos y, por un momento, ya no vi al Shikamaru de ocho años, sino al hombre de dieciséis. Tragué saliva. Shikamaru bajó su mirada hasta mis labios. No me moví, e instintivamente, cerré los ojos. Sin embargo, cuando comenzaba a sentir su respiración sobre mi, se alejó y levantó con la libreta en la mano.
—Tengo que seguir con esto...
Se dio la vuelta, y se arregló la coleta. Aún tenía las orejas rojas. Observé su figura: era cierto, ya no tenía nada que ver con el chico que había conocido tiempo atrás.
—¿Quiénes van?
—Ino, Choji, Asuma-sensei y yo.
—Yo creo que deberías poner a Ino atrás —le comenté—, con su jutsu de transferencia de mente, puede hacerse con el enemigo. Ataque sorpresa, ya sabes. Choji en el medio, con su expansión los puede capturar fácilmente y tú en la retaguardia, por si las cosas van mal, con tu jutsu posesión de sombra.
—Bien pensado —me felicitó-, pero ya se me había ocurrido a mi.
—Yi si mi hibii iquirridi i mi. Siempre tan listillo —le lancé una mirada burlona—. Tanto tiempo viviendo contigo se me tuvo que pegar algo aparte de la pereza —solté una pequeña risilla.
—Ja, ja, que problemática...
—Que fastidioso —le contesté. Me levanté de la cama dispuesta a salir. Necesitaba airear mis pensamientos—. Me voy a dar una vuelta. Eso de pensar no es lo mío. ¿Vienes? Me apetece estar un rato contigo.
![](https://img.wattpad.com/cover/140153815-288-k844948.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Nara o Hyuga? »Neji y tú EN CORRECCIÓN
FanfictionEs un día como otro cualquiera para las cuatro grandes naciones, pero no para la del Fuego. Hoy, ha sido vista una chica entrar a Konoha, quien dice conocer a la Hokage, Tsunade Senju. Pero parece ser que esa chica, ¡ya había estado en Konoha, y h...