VI: EL VANIDOSO

3.5K 96 4
                                    

El segundo planeta, estaba habitado por un vanidoso, que no bien, viendo bajar al Principito, exclamó:

—¡Oh!, he aquí la visita de un admirador.

El Principito aún no sabía que para los vanidosos, todos los hombres son admiradores.

—Buenos días —saludó el Principito—. ¡Qué sombrero tan raro tiene!

El vanidoso vaciló un momento.

—¡Ah!, es para saludar cuando me aclaman. Desgraciadamente nunca nadie pasa por aquí.

—¿Ah sí?

—¡Ajá! Por favor, golpea tu mano una contra otra, así —dijo el Vanidoso, aplaudiendo. El Principito lo siguió— ay, sí, así. ¡GRACIAS! ¿Te admiras mucho, verdad?

—¿Qué significa admirar? —preguntó el Principito sin comprender.

—¡AD-MI-RAR! Significa re-co-no-cer que soy el hombre más hermoso, mejor vestido, más rico y más inteligente del PLA-NE-TA.

—¡PERO SI ERES LA ÚNICA PERSONA EN EL PLANETA! —Replicó el Príncipe.

—¡NO IMPORTA! —Se rió el hombre—. ¡AD-MI-RA-ME TO-DO  EL TI-EM-PO!

Y llegando a una conclusión, el Principito habló:

—Decididamente, las personas grandes son bien extrañas.

El Principito, continuó su viaje. 


El PrincipitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora