El segundo planeta, estaba habitado por un vanidoso, que no bien, viendo bajar al Principito, exclamó:
—¡Oh!, he aquí la visita de un admirador.
El Principito aún no sabía que para los vanidosos, todos los hombres son admiradores.
—Buenos días —saludó el Principito—. ¡Qué sombrero tan raro tiene!
El vanidoso vaciló un momento.
—¡Ah!, es para saludar cuando me aclaman. Desgraciadamente nunca nadie pasa por aquí.
—¿Ah sí?
—¡Ajá! Por favor, golpea tu mano una contra otra, así —dijo el Vanidoso, aplaudiendo. El Principito lo siguió— ay, sí, así. ¡GRACIAS! ¿Te admiras mucho, verdad?
—¿Qué significa admirar? —preguntó el Principito sin comprender.
—¡AD-MI-RAR! Significa re-co-no-cer que soy el hombre más hermoso, mejor vestido, más rico y más inteligente del PLA-NE-TA.
—¡PERO SI ERES LA ÚNICA PERSONA EN EL PLANETA! —Replicó el Príncipe.
—¡NO IMPORTA! —Se rió el hombre—. ¡AD-MI-RA-ME TO-DO EL TI-EM-PO!
Y llegando a una conclusión, el Principito habló:
—Decididamente, las personas grandes son bien extrañas.
El Principito, continuó su viaje.
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El Principito
Short StoryEl Principito (en francés: Le Petit Prince), publicado el 6 de abril de 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por pr...