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Tome aquella hoja y... la guardé.
La guardé en un cajón bajo llave.

Que hermosas palabras acababa de leer, pero era una lastima que hayan sido escritas por la persona equivocada.
Aquellas palabras quizá no significaron nada para él, quizá no le marcaron alguna pequeña parte de su vida, pero a mi si, si me había marcado, me había destrozado en algún momento, pero también me hizo feliz... muy feliz... en su debido momento.

Universos AparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora