ᴘʀóʟᴏɢᴏ

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Iba camino al aeropuerto de Seúl para regresar a mi ciudad natal. Llevaba unos audífonos puestos para no escuchar el sonido de la ciudad. Odiaba tener que soportar el ruido que producían los autos, y sus bocinas. Tampoco me gustaba tener que escuchar el fuerte murmullo que hacia la gente al pasar por al lado mío...

Cuando por fin llegué al aeropuerto, me di cuenta de que me había gastado casi todo mi efectivo en regalos para mi hermano, y estaba empezando a tener hambre. Como el dinero que tenía no me alcanzaba para nada decidí sentarme en una de las mesas de un bar, pero no pedir nada para beber.
Estuve mirando a la nada por unos minutos hasta que un muchacho apoyó su mano en la mesa y me preguntó si se podía sentar allí ya que no había otro lugar para hacerlo. Yo acepté, se veía muy joven, como de unos quince años, tenía pelo oscuro y unos ojos muy hermosos, eran grandes y de un color café, a diferencia de los míos que son extremadamente pequeños y negros.

Cuando el mesero lo vió, inmediatamente vino a preguntar si necesitábamos algo

- ¿Desean algo? - preguntó el mesero con la mirada fija en el muchacho

-Si, un café solo para mi...- respondió y se me quedó mirando. Yo hice un gesto de que no quería nada pero él insistió

- ¿Tú quieres algo?, Yo invito-

No pude resistir ya que me moría de hambre, así que pedí un café igual que él.
Luego estuvimos los dos en silencio y enfocados en cualquier cosa que no sea una conversación, él estaba revisando sus documentos y organizando su mochila, yo por otro lado estaba escribiendo, si, una canción.
Después de veinte minutos esperando llegó nuestros cafés con algún manjar para acompañar. Le agradecí por el desayuno y empezamos a conversar

-Muchas gracias por el desayuno, es que no tengo con que pagar ya me gasté todo mi dinero en regalos para mi hermano mayor que me ayudó con los gastos de este vuelo, sabes, viajé hasta aquí para presentarme en una audición para una empresa de musica, BigHit ¿La conoces?-

Empezamos a hablar y el me contó que había viajado por la misma razón, su profesor de baile lo habia alentado a que se presentara ya que bailaba muy bien. Hablamos un poco más y nos tuvimos que despedir ya que mi vuelo salía en una hora.
Cuando estaba en pleno vuelo empezé a pensar en ese joven, y recordé que no me había mencionado su nombre.

Desde entonces no volví a saber de él.

CAFÉ  |yoonmin|     Donde viven las historias. Descúbrelo ahora