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La niebla creada artificialmente mantenía el lugar en un ambiente privado y misterioso. La música iba acorde a eso.

El club que sólo recibiría a los más reconocidos rostros de todas las ramas de tecnología, moda, economía, etc abría sus puertas luego de meses dónde la junta directiva de éste se mantuvo entrevistando a las personalidades deseosos de entrar.

Su club tenía cómo objetivo cumplir todas las fantasías de sus miembros, que sean ellos mismos y no tengan vergüenza alguna de serlo sólo porque el mundo podía juszgarlos. Ser una figura pública ponía muchas expectativas en los hombros de uno y la Junta sabía eso. Después de todo cada uno era reconocido en su rama cómo los mejores de ella.

Anthony E. Stark, Tony para los amigos, era el más grande genio nacido en los últimos años. Reconocido playboy, filántropo y millonario pero siempre había mantenido el secreto de querer ser dominado. Debido a ser el Jefe de Industrias Stark todos sus amantes daban por hecho que él sería el de arriba, el que tomara el mando pero ya lo era en su vida profesional, en la cama quería ser el que fuera ordenado pero no por idiotas, sino por un verdadero dominante. Uno con el toque justo.

Natasha Romanoff, fue una espía reconocida que luego de cansarse de serlo fundó una empresa de seguridad. Ahora todos los presidentes ponían su seguridad en sus manos capaces y por ello su vida sufría tantos atentados de los que querían matar a sus protegidos por lo que ya no confiaba en compartir intimidad con alguien así que había desarrollado el gusto por encadenar y vendar a sus amantes de turno. Adoraba cuándo se ponían salvajes.

Peter Quill, más conocido como Star Lord, astronauta congratulado. El único en llegar a otra Galaxia y seductor que mantenía su récord de conquista en 50/50. Estar tanto tiempo en el espacio lo hizo refugiarse en la música para seguir conectado con la Tierra así que ahora no podía no tener sexo con la música en alto volumen. Algunos no comprendían y decían que eso bajaba el ambiente, a otros los volvía más salvajes. Él amaba bailar con sus amantes trayendo un nuevo ritmo a la jodida.

Bueno, ellos tres luego de meses habían dado su pase VIP a 160 personas. Y hoy en la noche esas personalidades pasarían por esas puertas negras para que cada uno encontrara lo que venía a buscar. El bar estaba surtido desde agua mineral hasta el más fuerte de los tragos, había escenarios dónde se era libre de hacer todo tipo de escenas y cuartos llenos de todos los instrumentos sexuales habidos y por haber.

El bullicio de afuera era ensordecedor, hora de hacerlos pasar. Uno, dos y tres.

El sonido de puertas abriéndose callaron a todos los del otro lado.

- Bienvenidos, afortunados. El Club 'For you' está oficialmente abierto. Disfruten todo lo que ofrecemos y que pasen una buena noche.

Con un asentimiento general y una última sonrisa de los tres propietarios, las personalidades entraron en orden entregando sus tarjetas exclusivas al guardia de la puerta.

De forma eficiente la zona fue despejada.

- Parece que todo irá bien.

- No podemos confiarnos.

- Vamos, Nat. Relájate.

-Lo haré cuándo tenga a alguien encadenado en mi cama.

Los dos hombres sonrieron ante la sinceridad de su amiga. Y la siguieron adentro del club porque ellos también ya querían acción.

En otro lado tres jóvenes universitarios estaban discutiendo sobre el plan de hoy.

- No creo que sea buena idea, chicos.

- Ya vamos a graduarnos, Steve. Y no hemos cometido alguna cosa loca.

- Te recuerdo que tú sí, James.

For YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora