Hare que te enamores de mi...

Capitulo 1

El sol se colaba en mi habitación de entre las cortinas. Estos impactaban directamente en mi cara, lo cual causó que abriera mis ojos poco a poco. Estire mis brazos y piernas cual gato y miré la hora en el pequeño reloj digital que reposaba sobre la mesa de noche. 7:15. 45 minutos antes de la hora de entrada.

Aún era temprano. Me acomode entre las suaves sábanas y volví a cerrar mis ojos, dispuesto a dormir otros cinco minutos. Pero una voz familiar se escuchó desde la planta de abajo.

- Ritsu!! Levantate o llegarás tarde a la academia - refunfuñe ante la reciente interrupción de mi sueño y salí de mi cama aún adormilado.

Busqué un poco de ropa limpia en mi ropero y entre a la bañera. Me sumergi en el agua jabonosa y dejé que la fria agua me quitará lo que me quedaba de sueño.

¡Oh! Ahora que lo recuerdo...no me he presentado aún ¿verdad? Jiji, lo siento; soy algo olvidadizo (como la escritora :'v)

Hola. Mi nombre es Onodera Ritsu y soy un omega. Tengo 19 años y actualmente estudió en la real academia de las bellas artes en Japón. Yo amo la literatura. Soy un chico risueño y empeñado cuando la situación lo necesita.

Mis padres son Chiaki Yoshino y Hatori Yoshiyuki. Beta y Alpha. Aunque ellos no son mis padres biologicos son amables y cariñosos conmigo, los quiero demasiado. Soy hijo unico, así que yo soy el que se lleva toda su atención.

Cuando tenía 5 años, fui abandonado por mi original familia. Sólo por el simple hecho de ser un omega. Me botaron en un desechadero de basura y justo cuando pensé que ese era mi fin; Chiaki y Tori me acogieron. Me arroparon y cuidaron.

Desde esa día, ellos se convirtieron en mis verdaderos padres. Me amaban como nunca antes alguien lo había hecho. Era un ambiente familiar. Pero ahora que lo pienso, ¿qué habría sido de mi si Chiaki y Tori no me hubieran recogido? Tal vez eso nunca lo sabré, pero si algo se, es que yo amó a mi familia. Ya no importa el pasado.

- Ritsu. ¿Ya terminaste? - tocaron mi puerta y Chiaki me habló desde el otro lado de el baño.

- Si. En un momento bajo.

- No tardes.

Unos pasos alejándose se escucharon y la puerta de mi habitación se cerró.

Salí de la bañera y me seque con una toalla. Tomé mi ropa y me cambie lo más rápidamente posible. Peine un poco mi húmedo cabello y salí de mi habitación.

Baje las escaleras de mi hogar y vi a mis padres, los cuales se encontraban sentados en la mesa. Hablaban relajadamente y Tori le robaba besos a Chiaki, causando que se sonrojara.

Esboce una sonrisa y entre en el comedor.

- Buenos Días~

- Buenos Días cariño ¿Tienes hambre? Preparé el desayuno - saludo Chiaki con su dulce sonrisa. Al escuchar la palabra "desayuno" mi estómago rugio. Tomé asiento a lado de mis padres y comence a comer. Parecía que no había comido en 100 años.

- Trata de masticar la comida, Ritsu - se burló Tori. Hice un puchero y volví a comer. Pero esta vez más despacio.

Termine el desayuno y me retire del comedor para acomodar mi mochila. Estaba ordenando mis cosas cuando oí a Chiaki detrás mío.

- ¿Ya llevas todas tus cosas? ¿El dinero para el receso? ¿tus inhalantes? - ese Chiaki. Siempre tan sobreprotector. Hale mi mochila y la colgué en mi hombro. Puse una mano en su hombro y le sonreie alegre.

- Chiaki, ya no tengo 8 años. Por supuesto que llevo todas mis cosas. Ahora tengo que irme.

- Que tengas un buen día, hijo - apareció Tori atrás de nosotros.

- Gracias, ustedes tambien. ¡Adios! - y sali de mi hogar.

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Diablos. Voy tarde. Gracias a que mi maldita alarma no sonó, voy retrasado a la academia. Y para colmo el maldito tren tardó 10 minutos en pasar, además de que iba a reventar de gente.

Wow. Eres genial. Llegando tarde el primer día. Que alumno tan responsable soy.

Voy corriendo en el pavimento y mi respiración se volvió agitada. Me detuve a causa del cansancio, apoyando mis manos en las rodillas. Observe mi relog de mano. 8:16. Maldición.

Retome mi carrera. Maldito el que decidió fundar la academia tan lejos de la estación. Divise el gran portón de la academia y corrí más rápido.

Toque el timbre de la barra metálica y un hombre de alrededor de 50 años me abrió. Alegando de que si ya había visto la hora.

Camine lo más rápido que pude y abrí las puertas de el edificio. Los pasillos están desiertos.

Entre al pasillo y rebusque en mi mochila el número de aula que me había tocado. 24.

Buscaba mi número de aula en las puertas de los salones. Hasta que lo encontré después de haber pasado por 10 puertas.

Acomode mi alborotado cabello y removi un poco mi ropa. Tomé aire y golpee la puerta de mi aula con los nudillos.

Pasaron 5 minutos hasta que el profesor se dignó a abrirme. ¿Cuánto tiempo me dejaría aquí afuera? Me examinó de pies a cabeza y me miró extrañado.

- Eres el estudiante nuevo ¿verdad?

- Si. Ese soy yo - respondí con voz suave. El profesor suspiro y extendió su brazo dentro del salón.

- Bienvenido a la Gran Academia de las Bellas Artes.

Entre en la aula y me posicione enfrente de todos mis futuros compañeros de clase. El profesor tomó asiento en su escritorio y miró a toda su clase.

- Bien chicos. El es un nuevo alumno que hoy se integra a nosotros. Recibamoslo con una cálida bienvenida...¿quieres presentarte muchacho?

-Si. Hola. Mi nombre es Takano Masamune y desde hoy seré su compañero. Espero y nos llevemos bien.

Hice una reverencia y cuando me enderece, mis ojos se toparon con los de otro chico.

Unos ojos esmeralda, que ha decir verdad son bastante bellos, me miraban como sorprendido.

Un escalofrío recorrió mi columna y mi corazón empezó a latir descontrolado. Esto es extraño...

¿Qué diablos me está pasando?

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Continuará...