COLD (Louis Tomlinson)

CAPITULO1.

Me bajé el vestido por millonésima vez al notar de nuevo su mirada fija penetrándome. Le miré cansada.

''¿Podrías dejar de mirarme de una puñetera vez?''

''Imposible preciosa, ese vestidito tuyo no deja para la imaginación.'' -respondió sin quitarme la vista de encima.

''Sigue imaginando, capullo.'' -dije en bajo con una amarga sonrisa. - ''¿Hasta cuándo piensas seguir dándome por culo?''

''Hasta llegar a tu casa. A partir de ahora eres mi responsabilidad ¿recuerdas?''

''¡Já! Que te lo has creído. No pienso indicarte el camino hacia mi casa. Antes prefiero quedarme aquí tirada en la calle.'' -dije parándome frente a él.

''¿De verdad?''

''Y tanto. Ni de coña te llevo a mi casa.''  

''De acuerdo niña chica, aquí te quedas.'' -dijo entregándome mis cosas. ''Si te ocurre algo, llámame, te he grabado mi número. Ya te llamaré.''

Le miré sorprendida y a la vez aliviada. Menudo gilipollas estaba echo. Lo ví perderse en la oscuridad de la noche. Me dí la vuelta molesta y comencé a caminar hacia mi casa, menos mal que quedaba cerca.

Al llegar, intenté hacer el menor ruido posible. Subí a mi cuarto y cerré la puerta. Cogí el primer camisón que ví tirado en el suelo, me aseé y me tumbé en la cama con el móvil.

''-Louis: has llegado bien?- 2:45

-Bueno, al menos el caballero se preocupa. Menudo capullos estás echo.- 2:46

-Louis: pero si me dijiste que no querias que te acompañase cierto?- 2:46

-Mira, tengo sueño, me voy a dormir. Lo único bueno de todo esto es que no te volveré a ver jamás, eso ni lo dudes.- 2:46

-Louis: hahahahaha! eres graciosa. mañana por la mañana te recogo para ir a desayunar. estate lista a las 10- 2:47''

Ni le iba a contestar, no merecía la pena discutir con un tío como Louis.

Cansada, apagué el teléfono y la pequeña lamparita al lado de mi cama, cerré los ojos y de inmediato me quedé dormida.

-A LA MAÑANA SIGUIENTE-

''Nicole...Nicole despierta. Hay un chico preguntando por tí...despierta, venga. ¿A qué hora viniste ayer?''- noté que me sacudían suavemente, así que decidí abrir los ojos costosamente debido a la luz que entraba por mi ventana.- ''Venga...son las diez de la mañana, y hay un chico ahí abajo preguntando por tí.''- me levanté de la cama sobresaltada.

''¡¿Qué?!''

''Sí, un tal Lish o Buis...''-

''¿Louis?''

''Eso, Louis. Muy mono por cierto. Y ahora, venga visteté y baja a recibir a tú invitado con la mejor sonrisa.''

Al irse mi madre de mi cuarto me tiré sobre la cama resoplando. Esto solo me tenía que pasar a mí, se lo haría pagar a Edward, ponerme de trofeo...me sentí como un objeto, un juguete para gilipollas como lo era mi exnovio y el imbécil que esperaba abajo en mí sofá. Me levanté sin ganas y me hice una coleta. Bajé las escaleras y me dirijí al salón.

''Hey''

''¿Hey?''- lo miré con mala cara.

''Oh perdone usted. Te presentas en mí casa a las diez de la mañana, molestando a mí familia y a mí sobre todo, ¿y no te puedes conformar con un puñetero ''hey''? Eres insoportable, en serio.''- abrió los ojos sorprendido.

''Parece que alguien se ha levantado de mal humor.''- comentó riéndose.- ''Visteté ¿no? Tendríamos que haber salido hace media hora, pero aquí la señorita es una dormilona.''

''Venga Nicole, que Louis te va a invitar a desayunar, ¿no te parece genial? Vístete rápido que se os va a hacer tarde.''

Subí enfadada hasta mi cuarto. No le soportaba ni a él ni a sus estúpidas bromitas. Fuí al armario y cogí mis jeans desgastados con las Martiens negras, los combiné con mi chaleco grande gris y una coleta mejor echa. Me pinté y volví a bajar directa hacia la puerta, salí sin despedirme de nadie hacia el coche de Louis, a quien le grité un ''¡VENGA!'' ya que tardaba demasiado hablando con mi madre.

Se montó y arrancó el coche dirigiéndose hacia el lugar al que fuéramos. Yo miraba por la ventana aún molesta por literalmente todo y todos. 

''Estás muy guapa Nicole.''

''Gracias.''- respondí seca.

''Vamos, ¿que te cuesta echrame una sonrisa?''

''Mucho Louis, mucho, ya que te conozco de ayer por la noche cuando mi novio me vendió por una estúpida apuesta. ¿Cómo quieres que te sonría? No soy un puñetero juguete y me hicisteís sentir así. Un juguete ya usado que pasaba a manos de otro chulo prepotente y malcriado, que, cuando se canse de ese estúpido juguete pase a otras manos. Sois unos egocéntrico. Solo pensais en vosotros mismos, a los demás que les den, no podéis ver lo que hay mas allá de vuestro gran ego.''

Se quedó callado, mirando hacia el frente. Yo seguí mirando por la ventanilla pensando en prácticamente todo. Estaba confusa, cuando lo ví entrar, cuando le miré a esos penetrantes ojos azules oscuros nunca pensé que acabaría sentada en su coche dejándole que me llevara a cualquier sitio cutre dónde vendan tostadas. 

Estiré la mano encendiendo la radio, cuando comenzó a sonar ''Hey Ho, Let's Go'' de The Ramones. Empecé a cantarla bajito y Louis me oyó.

''¿Te gustan?''

''Los adoro''- dije esbozando mi mayor sonrisa.

Los dos comenzamos a cantar y a reírnos como locos. Llegamos al lugar, una cafetería muy original donde nos atendrieron muy rápidamente. Mientras esperábamos la comida empezamos a charlar y hablar de nuestras cosas, nos reíamos de vez en cuando. Pero de repente escuché una voz muy familiar a mis espaldas.

''¿Nicole..?''