Lao Xian "El guardián del dragón"

Pulso del Dragón

Una nueva facción había nacido en Jonia. Se hacían llamar los "Guerreros del Pulso del Dragón", al inicio eran simplemente unos monjes que veneraban la energía que emanaba de la tierra como algo divino, se encargaban de proteger el orden natural en Jonia, sin tomar iniciativa en cuales fueren sus ideologías políticas. Jamás intervenía a no ser que algún ente de extraña índole interfiriera con el pulso de la tierra.

Entre esos monjes había uno que era especialmente devoto a proteger esta energía ilimitada que permitía el flujo de la vida sobre todo aquello que respira, su nombre era Lao Xian.

No había monje en el templo que le hiciera igual en cuanto combate cuerpo a cuerpo, siendo capaz de derrotar ninjas con artes de sabotaje y profanación sin siquiera pestañear. Un día los guerreros creyeron que Lao estaba listo para recibir su última instrucción antes de proteger el pulso mismo, pero su día de iniciación fue saboteado por los mismos ninjas que él había interceptado anteriormente, utilizando shurikens de un color oscuro como la noche pensaban en que podrían robarse el secreto para obtener la gran bendición de la tierra y con ello, el poder casi ilimitado.

Lao no desistió y decidió enfrentar una vez más a este ninja sin aún obtener la energía para defender la tierra, pero el cobarde intentó aferrarse a su idea de robar este secreto sagrado, por ende, los monjes lo enfrentaron, pero ninguno fue capaz de protegerlo.

El pulso estaba ahora desprotegido y todos aquellos devotos ahora muertos, por aquellas sombras escondidas bajo la oscuridad del templo.

Lao no tuvo más opción que profanar el ideal de todos aquellos monjes que lo entrenaron, cometiendo así la aberración que sería no realizar el ritual y absorber por sí mismo el pulso.

Sin embargo, el ninja pudo tomar algo de este inimaginable poder, pero su deseo de él era tan grande, que no desistió e intentó asesinar a Lao para quedarse con toda la energía y volverse así prácticamente invencible. Pero Lao estaba muy entrenado, más que cualquiera de su facción, utilizando ahora el pulso en bolas de fuego brillantes como el zafiro. El ninja ahora con más energía podía esquivarlas fácilmente, pero las tácticas de Lao no serían derrotadas simplemente con esquivos. Arrojó su sombrero que ahora estaba cubierto con una aureola azulada, la cual el ninja fácilmente esquivo invocando algunas sombras, pero lo que él desconocía era el poder de este para retornar a su portador, aquel cobarde fue cortado entonces por el sombrero, pero Lao no se detendría allí, utilizó el pulso para aparecer detrás de su enemigo haciendo que el sombrero volviera  de nuevo, lastimandolo otra vez.

Estando ahora a una corta distancia Lao invoco toda la fuerza del pulso del Dragón, las raíces de su poder, la fuerza que emanaba ahora del monje era incomparable a la del ninja, tal era la diferencia que al no querer alejarse del pulso Lao lo acabo con la misma energía que se le había concedido de una forma inadecuada.

Fue entonces cuando el pulso celeste cristalino que llenaba de vida su entorno se tornó de un rojo carmesí para todos aquellos que no eran dignos de su poder.

El ninja con las pocas energías que le quedaban escapó sin dejar rastro de aquel templo.

Pero ahora sin monjes ni el corazón del pulso este quedaría totalmente abandonado. Lao entonces al sentirse indigno de la forma en la que recibió este don, decidió emprender un viaje para redimirse y considerarse así digno del título "Guardián del dragón".

"Aquellos que pelean sin honor serán aplastados por el pulso del dragón"

-Lao Xian