Capítulo 1

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-Bienvenido a casa, Mika-.

Y mientras pronunciaba esas palabras, yo sentía que no podía detenerme. La sangre de Yuu-chan era deliciosa, era lo mejor que había probado en la vida, incluso en mi vida cómo humano. Era el punto perfecto entre espesor y fluidez, tenía un sabor indescriptible.
Sentí mis mejillas y oídos hirviendo, mi sangre estaba caliente también.
Agarré y empuje a Yuu-chan hacia los estantes que estaban detrás de nosotros, quedando un nudo entre nuestras piernas.

-¡Mika!-murmuró con las mejillas sonrojadas-no empujes tan fuerte.

No pude responder nada, mi mente no estaba en sintonía con lo que estaba pasando. Simplemente me dejaba llevar por un sentimiento extraño mientras otras partes de mi cuerpo empezaban a calentarse de manera impertinente.
Arrastre mis manos hacia la parte superior de su espalda, y aferre a Yuu-chan contra mi pecho.

-¿Ya vas a terminar? Me está doliendo un poco, Mika-dijo con voz temblorosa -, siento que se está calentando toda esa zona y la de mi cuello. Además, siento tu respiración sobre mis hombros quemandome como vapor a presión.

Al descifrar esas palabras, desperté de mi trance e inmediatamente traté de despegarme lo más cuidadosamente posible para no engrandecer la herida cuando sacase mis colmillos. Me aleje un par de metros de él y limpié los rastros de sangre que se quedaron en mis labios.

--¡De verdad lo siento, Yuu-chan!-le dije.

-No te preocupes, estoy bien, sólo un poco mareado-musitó mientras abría los ojos nuevamente-, debes de tener más cuidado a la próxima, ¡casi sentí que me querías succionar el alma!

-En serio estoy apenado Yuu-Chan, no pensé que mi sed me hiciera convertirme en esto, en serio lo siento...-Y de nuevo gotas saladas recorrieron mi rostro-, soy un ser horrible, lo que te hice no fue correcto.

-Por favor Mika, deja de llorar. No has hecho nada malo, sólo cumpliste tu palabra. Yo te pedí que lo hicieras, tu nunca quisiste hacerme daño.

-¿Estás seguro de eso, Yuu-Chan?

-Muy seguro, y aunque no lo estuviera no hay nada que hacer, ya pasó. Ahora deja de ver al suelo y mirame a los ojos, Mika.

-Je, no puedo creer que seas tan desconsiderado hasta al final...-dije y me seque las lágrimas-, no has cambiado en nada.

-Tu tampoco, ¡sigues siendo un bebé llorón!

-¡Yo no soy un llorón!-y luego me percaté de mis ojos llorosos-. Bueno, no todo el tiempo...

-No importa si ya no eres humano, veremos como regresarte a la normalidad. Tu eres mi familia, seas lo que seas. Ahora déjame verte bien el rostro, por favor Mika.

Y entonces subí la cara, y me encontré con sus brillantes ojos esmeralda, y volví a sentir que estaba a un paso más de sentirme en casa.

-Tus ojos se han vuelto rojos, color carmesí. Se ven muy hermosos todavía, asi que sigues siendo tú. ¡Además, igual sigues teniendo cara de idiota, por lo que puedo reconocerte aunque seas un vampiro, ja!

-¡Tu eres el tonto, Yuu-Chan!-y sonreí por primera vez en muchísimo tiempo-.

-Se ven más grandes tus colmillos.

-Debe ser porque mi transición de humano a vampiro ya está completa...Finalmente soy un monstruo.

-Lo único que me importa es que sigas con vida. Debo presentarte a mi nueva familia para que seas parte de ella.

-...¿Nueva familia?

Me desconcertaron por completo las palabras de Yuu-Chan. Había estado repitiéndolas todo el tiempo que llevábamos en este lugar, pero nunca quise aceptarlas. ¿Acaso ahora existen personas más importantes que yo y nuestra familia del orfanato?
Imposible. No, no esos malditos humanos pretenciosos.

-Yuu-chan, soy la única familia que te queda, y debes escapar conmigo fuera de todo esto.

-¿Fuera de qué, Mika? No puedo irme a ningún lugar.

-Fuera de aquí, de los humanos y de los vampiros. No nos conviene aliarnos con ninguno de ellos, todos son una bola de egoístas y mentirosos. Eso es justo lo que quería decirte, Yuu-chan. Debemos irnos.

-Mika, sé que debes estar confundido por todo esto de ser vampiro y de encontrarme después de tantos años. Yo igual no lo entiendo aún. Sin embargo, no puedo simplemente abandonar a mi familia. Ellos son muy importantes para mí, tan importantes como tú y los chicos del orfanato.

-Yuu-chan, están usándote. ¡Nos están usando a todos, entiendelo!
Vine hasta aquí para salvarte, y no me iré sin ti. ¡Si he vivido hasta ahora es para mantenerte a salvo!-recité mientras Yuu-chan volteó la mirada, ensimismado en sus pensamientos-.

-Entonces tú ven conmigo. Ayúdame a salvarlos y huyamos todos de aquí-y después de terminar de hablar, se levantó y se dirigió hacia la entrada-.

Yo me reconforte, mire unos segundos al suelo analizando la condición de mi cuerpo y, una vez que comprobé que podía alcanzarle, me paré y corrí enseguida.

-Yuu-chan, no vayas, por favor.

-...

Yuu-chan parecía decidido a irse por ellos, aún dejándome a mi lanzar mis palabras al aire. Tragué un poco de saliva, y alcé la espada hacia su cuello.

-No dejaré que te vayas. Me he prometido a mi mismo protegerte con todo lo que tengo, he llegado hasta aquí por ti y casi muero para salvarte. No puedo permitir que ahora te escapes de nuevo de mí como hace cuatro años.

-Mika, si no puedes ayudarme, entonces tienes dos opciones: O me matas, o te apartas de mi camino-exclamó.

-¿Son tan importantes para ti esos humanos, Yuu-chan?

-Mika, por favor...Confío en ti.

-...Esta bien-dije chasqueando los dientes-, pero no creas que me caen bien. Sólo lo haré por ti.

Y en ese instante su rostro cambió de expresión. Puso una gran sonrisa y me abrazó fuertemente, aún cuando yo le estaba dando la espalda.

-¡Muchas gracias Mika! Ya verás que seremos una buena familia.

-Si, si lo creo-le dije, sarcástico.

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⏰ Última actualización: May 07, 2018 ⏰

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Lazos de sangre [Fanfic Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora