Secretos descubiertos

Capítulo 5:

Como solía decir mi madre, bueno ella y todo el planeta, cada acto tiene sus consecuencias. En ese momento, si, supe lo que significaba pero no lo he llegado a comprender del todo hasta hoy mismo.

Estaba castigada en mi habitación un domingo. Nada más llegar a casa, hace tres días ya me soltó una reprimenda de tres pares de narices, lo que no se es quien se lo dijo. Pero bueno, la cosa es que me la gané. Señoras y señores si, mi padre me ha castigado durante lo que queda de curso sin salir a no ser que sea para ir a la UG o por, claramente el menos importante, ir a visitar a Zane "para ver cómo está" mañana por las tarde  al hospital y no va a haber juicio ya que alguien retiró los cargos. Al principio esto de quedarme castigada me molestó mucho, es decir ¿Por qué castigar a alguien que le ha dado su merecido a un idiota? Pero después me acordé que mi padre quita los castigos tan rápido como los pone si le haces la pelota, y por eso mismo ahora estoy saliendo de mi habitación con una sonrisa en la cara. 

Me dirigí al salón/comedor y vi a mi padre sentado en el sillón viendo detenidamente la repetición de uno de los partidos de fútbol de uno de sus equipos favoritos. Cómo sé que no le gusta que le molesten cuando esta haciendo este tipo de cosas (y eso es lo último que quiero ahora mismo) me senté a su lado y observé a Neymar hacer una jugada impresionante y al final, meter gol.

Mi padre para la repetición y se gira para verme:

-Hola, papá queridísimo y queridamente querido por todos los tiempos- dije todavía con una sonrisa que, después me iba a costar unas agujetas en las mejillas.

-No te voy a quitar el castigo Kaily. Haré cualquier cosa menos eso.- jaja lo pillé, no deviste decir eso. Error del principiante.

-Gracias por reducirle el castigo. Te quie...

-No tan rápido señorita Hert. No voy a hacer eso tampoco- fruncí el ceño.

-Eso no es justo, según tus palabras harías cualquier cosa menos quitarme el castigo. Y, creo yo que quitar no significa lo mismo que reducir.

-Puede ser, pero esto no es razón, sino poder y tu juez/papaito querido dice que no.

¿Qué? Nunca me había costado tanto convencerlo de algo. Es hora de sacar mi arma secreta, porque no voy a dejar que está injusticia siga en pie.

Y os preguntaréis, ¿cuál es mi arma secreta? Pues nada más y nada menos que...

-Por fa, por fa, por fa, por favor cito, Ito, Ito, Ito...-junte mis manos y empecé a molestarlo. El me hizo caso omiso y reanudó el partido. Eso significa que lo estaba molestando. A si que seguí, aunque un poco más alto por culpa de la tele.- Por fa, por fa, papi querido, por fa, por fa, por favor, vor, vor,vor, vor...- mi padre fruncío el ceño, buena señal.- Por fa papaito, por fa -seguí y seguí hasta que paró la reproducción y mirándome a los ojos me dijo:

-¡¡¡Bien vale!!!  ¡¡Pero déjame en paz!!

-Bueno, graciaaaas- lo conseguí.

-Bueno, pero ni será gratis. Tendrás que asistir a los entrenamientos de fútbol y jugar durante lo que queda de curso.- ¿Qué? No, no,no- Y ahora sí me disculpas me voy a hacer un sándwich.

-¿Jugar? Estas loco, no pienso jugar.- observó cómo se levanta del sofá y se dirige a la cocina.- Ya sabes...-me cortó.

-Si no quieres estar castigada el resto del curso incluso más lo harás.

-Pero...

-Empiezas el lunes a las 17:00, ya que hemos cambiado los horarios y espero que juegues como sabes si no... castigo- y dicho esto se metió en la cocina. Esto no puede estar pasando. Joder. No había jugado desde que me pasó... Maldito fútbol, maldito sábado 12 de junio del 2012...

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 El domingo pasó volando. Y eso trajo el lunes a mi vida. Las clases también pasaron volando y llegó la hora... Los horarios eran de 17:00 a 20:00 todos los días menos sábado que, claramente había partido y el domingo, que era descanso. Dios mío, todavía no sé cómo terminé haciendo esto. Dejo mis libros en mi taquilla y me dirijo a casa. Por lo menos dispongo de algo de tiempo...

Nada más llego a casa me preparo la comida en el microondas, mi padre no está, se habrá quedado en la UG. Me como una lasagna mas o menos comestible y decido hacer los deberes, pero estoy tan cansada que termino por quedarme dormida en medio de una lectura sobre la gripe.

Sueño con la abuela... Corro hacia ella para abrazarla y por el camino le cuento que la había hechado mucho de menos, pero cuando estoy a punto de tocarla, abrazarlo o casi sentirla, todo se desvanece. Siento una punzada en mi pecho...De pronto hay un balón, yo estoy vestida de jugadora de fútbol y la portería se encuentra sin portero en frente mío. Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y esa sensación vuelve a mi, otra vez. Cuando voy a tirar él aparece, no,no, otra vez no...

Me despierto. Me he quedado dormida, miro la hora en mi móvil y... las 17:36. Me desperezo y, de repente los engranajes de mi cerebro empiezan a funcionar. Espera...¿Las 17:36? ¡¡Tendría que estar en el entrenamiento!! Oh, no. Mi padre me va a matar. ¿Cómo lo he podido olvidar? Me visto rápidamente con lo primero que pillo, unos leggins negros y una camiseta de manga corta. Me pongo unas deportivas y cojo una sudadera y un coletero para hacerme la coleta cuando llegue. Cojo un macuto y meto ropa limpia, el móvil y las llaves. A la velocidad de la luz y tan rápido como mis piernas me lo permiten llego a la UG a punto de darme un paro cardíaco por el esfuerzo. Apuesto un millón de euros a que tengo las mejillas como un par de tomates.

Llego y entro a los vestuarios de las chicas, desiertos ya que hoy no entrenan las animadoras. Dejo mi macuto morado en una esquina sin preocuparme en qué estado y me dirijo al campo de fútbol corriendo mientras me hago una patata de coleta, dejando escapar algunos mechones sueltos, pero no me importa.

Cuando llego están haciendo flexiones dirigidas por mi padre en un lateral del campo. Que bien, todavía no han empezado con los partidillos que hacen. Nada más salir todos giran la mirada hacia mi embobados como si yo fuera un diamante en bruto pero a la vez me miran también sorprendidos, claramente este equipo era solo para chicos, no soy un chico y tampoco soy una animadora... O sea que se estaran preguntando  que hago aquí. Uno hasta se cae haciendo una flexión.Ese chico es...

-¡¡¡Zac!!! ¡¿Que narices haces?! ¡¿Estas haciendo flexiones o jugando al escondite inglés?!- decido intervenir antes de que mi padre grité más.

-Hola, siento llegar tarde.- el entrenador/ Fred/ mi padre se gira y decide enviar los gritos hacia mi.

-¡¡¡Kaily!!! ¡¿Qué narices estabas haciendo?! ¡Son las 17:58! 

-Lo siento pero me quedé dormida, es lo que tiene estudiar la gripe- digo frunciendo el ceño. El se lleva una mano a la cabeza y la zona por toda su cara antes de mirarme otra vez.

-Vale, está bien, Kaily. Pero solo por esta vez. - cogió su silbato del bolsillo izquierdo de su pantalón y pitó-¡ Vamos a ver! ¡Caniches arcoiris, venid aquí!-¿Caniches arcoiris? Casi me entra un ataque de risa. Todos hicieron un círculo alrededor de mi padre y de mi.-Vamos a hacer un partido, ah sí esta es mi hija Kaily y bla, bla-se escucharon algunos murmullos- ¡¡Silencio!! Cómo iba diciendo  haremos un partido y yo haré los equipos.

Diez minutos más tarde estábamos ya colocados en el campo. Conocía a unos cuantos como a Carter, a Eric y, por supuesto a Zac pero no a todos ya que había algunos fichajes nuevos. Demi equipo solo conocía a Jay y a Lenny. Yo estaba de centrocampista y a la vez la capitana, hace mucho tiempo que no juego, solo espero no hacer el ridículo o peor... Que me entre un ataque. Los capitanes nos dimos la mano.

-Prometo no machacarse en tu primer partido, muñeca.-.dijo sin que nos oyera el entrenador. No lo conocía de nada pero ese chico de ojos pardos y cabello negro, ya me caía mal.

-No te cortes por mi.-levantó sus dos cejas sorprendido. Y el árbitro tocó el silbato. Vamos a ver si los caniches arcoiris son tan buenos como creía.

HOLAAAAAA,. AQUÍ TENÉIS UN NUEVO CAPÍTULO DE "SECRETOS DESCUBIERTOS".

A VOSOTROS NO SE CÓMO OS ESTÁ PARECIENDO PERO A MI ME ESTA ENCANTANDO, AMANDO, SEDUCIENDO... 

VALE YA, SORRY, ME HE DEJADO LLEVAR. 

BUENO, QUE DISFRUTEIS.

BESOOOOOSSSS 😘