Recuerdos de verano

El dibujo

Me levanté. El sentimiento de culpa seguía revolviéndome el estómago. Devía pedirle perdón.
Me metí en la ducha, no tenía ganas de ir a la piscina. Desde el baño oi el extraño sonido que hacía mi móvil cuando recibía un mensaje. Era Luke. Preguntaba si quería ir a la playa, la zona al lad del pequeño faro. Sin nada más que hacer, acepté.
   -Así podré aprovechar para disculparme-
Me lo encontré a la salida de la urbanización. Estaba solo.
  -Siento mucho haber salido corriendo  o haber rechazado las preguntas...
  -Tranquila- dijo a punto de reirse-, todos tenemos cosas que preferiríamos olvidar.
Intenté sonreir. Por el camino hablamos de lo locos que podíamos llegar a estar. Me hizo sentir mejor.
Al llegar nos sentamos en la arena cerca del mar. Casi podía tocar la espuma de las olas con mis pies. EStaba a punto de tirarme en la arena cuando Luke empezó a decir:
   -Hasta hace dos años Nunca había perdido a nadie- Dijo girando la cabeza para mirarme. Sus ojos parecían tristes-. NUnca había perdido a un amgo, y menos a uno tan cercano.
   -¿Qué pasó?-dije mirando sus ojos verdes
   -Su madre era finlandesa. Cuando sus padres se divorciaron, esta consiguió la custodia y se lo llevó. No la culpo.
  -Lo siento-sentía la obligación de contar mi historia.
Cuando acabé de contarla Luke se quejó de la vida y se dejó caer. La luz del sol se reflejaba en su dorado cabello. Le imité. La luz del sol cegaba mis ojos. Suspiró. Sin saber por qué, empecé a reirme. No podía controlar mi risa. ël empezó a reirse conmigo.
Cuando volvimos a la urbanicación el resto estaba en la piscina. Nos llamaron a ambos. Luke aceptó, nos despedimos y volví a casa.
Subí las escaleras corriendo. Salí a la pequeña terraza que había en nuestro cuarto, me senté en la pequeñ mesa y dibujé.
El tiempo se me pasó volando. Cuando quise darme cuenta Rachel y Jhon ya habían vuelto.
   -Bonito dibujo- dijo Rachel-. Me voy aduchar luego vamos a ir a dar una vuelta con todos, y tú te vienes.
Sonreí y comtemplé mi dibujo.
E el dibujo se podía ver el amanecer en una playa. En el centro había dos personas tumbadas un chico y una chica.
Cuando Rachel salió de la ducha ambas bajamos. Jhon nos esperaba preparado.
No volvimos a casa hasta las doce.