II. Capítulo 2

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Desperté envuelta en las sábanas, éstas me cubrían por completo, en unas semanas entraríamos a invierno y el frío comenzaba a hacerse notar

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Desperté envuelta en las sábanas, éstas me cubrían por completo, en unas semanas entraríamos a invierno y el frío comenzaba a hacerse notar. Creo que era hora de encender la calefacción, me levanté estirándome lo más que podía. No recordaba en que momento me había quedado dormida, pero si recuerdo que había llorado por unos minutos, la discusión de anoche vino a mi mente, volví a sentir el nudo en la garganta. Mi celular sonó en la mesa de noche, al ver quien era dejé que sonara lo que quisiera. Decidí tomar un baño con agua caliente, me deshice de mi ropa entrando a la ducha dejando que el agua cayera sobre mí y allí, bajo el agua sollocé llevando mis manos a mi rostro.

"Tú eres mi problema ahora, Ella, tú eres el centro de todo mi desastre, pero alguien más te acompaña ahora y me complica las cosas"

Le pedí que fuera honesto y eso hizo, ¿Y si lo dijo porque estaba molesto por el pésimo día que tuvo? Negué con la cabeza limpiando mi cuerpo, molesto o no, él debía buscar la forma de decirlo. Jeon JungKook tiene que trabajar en sí mismo y así como él manda todo al carajo yo puedo hacer lo mismo con él. Cuando salí del baño con una toalla, miré mi celular en la cama, había varios mensajes de voz, pero sólo coloqué uno escuchándolo.

Sé que ya debes estar despierta a esta hora, intenté esperar a que te levantaras, pero...últimamente tus sueños son muy profundos así que preferí dejarte descansar—escuché un suspiro de su parte. Se escuchaba tranquilo al menos—Llámame, ¿Sí? Quiero hablar contigo, Ella.

¿Por qué no vino a buscarme entonces cuando me fui molesta de la cocina? ¡Él ni siquiera entró a la habitación! Las lágrimas volvieron, parpadeé varias veces escribiéndole a mi madre.

Ella:
¿Estarás en casa?



— Ella...—mamá no pudo acabar de hablar, solté mi bolso y mis maletas abrazándola fuertemente. Lo que más necesitaba era su apoyo. Necesitaba algo de calor maternal. Había traído toda mi ropa del departamento de JungKook, si él actuaría así prefiero que trabaje en sí mismo desde lejos. Lo que menos necesitaba era problemas, de por sí, los doctores recomendaban que las mujeres en estado no tuvieran impresiones fuertes o estrés en su totalidad y lo que menos deseaba era lastimar al bebé. Mi madre me sirvió algo de té con miel, al beberlo podía sentir a esa criatura moverse en mi vientre, acaricié mi abdomen intentando calmarlo, pero suponía que ese pequeño sabía o deducía que algo pasaba.

Le conté a mi madre lo sucedido de anoche, ella no juzgó a JungKook o a mí, simplemente escuchó con atención y me abrazó fuertemente repitiendo lo que ya sabía, que me apoyaría en cualquier cosa. No pude evitar sollozar en sus brazos, de alguna manera me estaba acostumbrando a sentirme culpable y no era justo.

Nadie tenía la culpa.



Mi celular estuvo sonando por mensajes o llamadas de esa persona que ignoré, cuando mis clases virtuales comenzaron preferí apagar el móvil. Desde hace unos dos meses me había decidido a tomar estas clases que brindaba parte de la universidad, me avergonzaba ir a clase con mi abdomen abultado, no me acostumbraría a ello. Al menos me conformaba con no abandonar mis estudios, tenía algunos vídeos de explicaciones que me enviaban los profesores, ejercicios por correo, preguntas por correo y deberes por allí. Al menos eso me mantenía distraída un rato, escuché el timbre de la casa sonar, me encontraba en el comedor escribiendo algunos resúmenes sobre diferentes casos que había visto en los vídeos, tenía la mesa llena de algunos libros que me ayudarían y un cuaderno a un lado, al final de todas esas clases virtuales tendría que llevar como una especie de opinión o informe sobre mi rendimiento a base de ello. Tenía los lentes puestos que había comenzado a usar hace un mes, mi vista al parecer perdía fuerza cuando pasaba mucho rato frente a un computador, aquellos lentes me ayudaban a descansar la vista.

—¿Ella?

—¿Mmm? —murmuré sin levantar la vista.

—¿Está muy enfocado en sus estudios, señorita Kim? —giré mi cabeza sonriendo al ver a un chico de cabello rojo intenso. Los chicos conservaban los colores que habían usado en Busan, sonrió y sus ojos desaparecieron unos minutos. Mamá nos dejó a solas y Jimin se acercó, me levanté quitándome mis lentes abrazándolo fuertemente.

— Jiminie.

— También me alegra verte, Ella—me rodeó con sus brazos— ¿Estás muy ocupada?

— Un poco pero no te preocupes, podemos hablar—lo invité a sentarse. Cuando tomé asiento el chico acarició mi vientre saludando al bebé. Jimin se había emocionado incluso más que JungKook con la noticia del embarazo y Hobi, bueno, ese chico saltó abrazándome en un instante.

— ¿Cómo está mi pequeño sobrino o sobrina? —se sorprendió al sentirlo moverse. Sonreí ante su reacción.

— Suele moverse de vez en cuando al hablarle, mi madre dice que los bebés entienden lo que les decimos incluso estando en el vientre de su madre—me encogí de hombros. Jimin sonrió dulcemente alejando su mano luego— ¿Cómo sabías que estaba aquí?

— Tu madre me llamó.

— ¿Qué? —borré la sonrisa. ¿Por qué mi madre haría eso?

— Tranquila, no le he dicho a Kookie, supongo que lo sabrá cuando llegue al departamento—suspiró no muy contento—Hablaré con él esta noche, no te preocupes.

— No quiero dar problemas, Jimin...

— No lo haces, nunca lo has hecho—me miró serio—JungKook tiene que aprender a controlar sus impulsos, no sé en que anda metido, pero tiene que pensar no sólo en ti, también en ese bebé.

Suspiré mirando la pantalla de mi laptop y luego a él. Jimin de repente se veía muy molesto.

— Él no rechazó al bebé porque sabe que nunca nos cuidamos...

— Y le reproché por eso, ¿Qué demonios tenía en la cabeza? JungKook sabía que esto pasaría, no hay excusas para ello, por Dios, ni Tae es tan idiota como él—aquello no me hizo sentir bien porque yo tampoco me cuidé. Era parte de ese grupo ignorante que pensaba que sólo el hombre debía cuidarse—De todas maneras, no podemos arrepentirnos ahora, ese bebé nacerá en cinco meses y necesita sentirse amado por sus padres.

— Jimin, aprecio que hayas venido, pero no debes hablar con él—comenté.

— Claro que sí, Ella—insistió—Desde hace unos meses he hablado con él, todo lo que le dije que no hiciera lo está haciendo, tu madre me dijo que llegaste llorando, odio ver que una mujer llore por un hombre—acarició mi mejilla—Me preocupo por ti, te aprecio y te quiero mucho, Ella, JungKook no es malo ni perfecto, pero no significa que no pueda callarle la boca cuando hace las cosas mal y decirte eso estuvo más que mal.

Jimin era como el hermano que nunca pude tener, a pesar de haber visto un lado sínico en él cuando asesinó al padre de JungKook no podía evitar sentirme segura a su lado. Lo abracé permitiendo que sus brazos me rodearan una vez más, Jimin era mi segundo lugar favorito, recosté mi cabeza en su hombro cerrando mis ojos.

BabyGirl +18 (JEON JUNGKOOK) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora