Jeon JungKook es parte de un negocio, él y sus amigos formaron ese negocio donde deben complacer cualquier cosa que su cliente requiera (especialmente chicas dispuestas a pagar cualquier cosa)
Kim Ella lo conoce y sus problemas comienzan cuando part...
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Abrí los ojos encontrándome una hermosa imagen frente a mí, sus párpados estaban cerrados, su respiración era calmada y lenta, los mechones de su cabello oscuro caían ante su frente, me fue imposible no pasar mis dedos por esa melena. JungKook se movió sólo un poco haciendo puchero adorable, deposité un dulce beso en su mejilla levantándome de la cama. Salí de la habitación cerrando detrás de mí, la noche había caído, después de esa conversación con el chico habíamos ido al cuarto sin hacer nada realmente, sólo quería dormir a su lado y eso hice. Noté a mi madre en la cocina preparando algo de comida, al percatarse de mí sonrió de lado.
— Es muy lindo.
— ¿Qué? —me cubrí más con mi suéter cruzándome de brazos.
— Ese regalo del chico—señaló regresando su atención a las ollas— ¿Debo suponer que ya arreglaron todo y volverás con él?
— Sí y no—contesté. Me acerqué al estante sacándole los platos, los cubiertos y los vasos—Conversamos, pero le dije que me quedaría contigo un tiempo, espero no molestarte, mamá.
— ¡¿Qué dices?! Me encanta tenerte aquí, no eres una molestia, Ella—acarició mi cabello— ¿Crees que JungKook quiera cenar con nosotras?
— No le molestará, ¿Colocó la mesa?
— Sí, por favor.
Recogí lo que había sacado del estante dirigiéndome al comedor, acomodé un puesto más para el chico sin recordar cuando fue la última vez que JungKook y mi madre se sentaban en la misma mesa. ¡Oh, sí! Fue en Busan, el día que almorzamos en su casa, sonreí de lado por lo lejano que se sentía ese recuerdo. Una persona vino a mi mente, cuando fui a la cocina para ayudar a mamá con lo que estaba listo me atreví a preguntarle.
— Mamá, ¿Qué sabes de papá?
Su rostro cambió de inmediato, ambas manteníamos poco contacto con él después de lo que hizo. Seguía viviendo en Busan, pero solo, cuando intentaba perdonarlo no podía hacerlo. ¿Cómo se le ocurrió venderme? Diga lo que diga, él también fue parte del trato, el único culpable no era el señor Jeon.
— Hoy me escribió—respondió dejando un gran plato ovalado lleno de verduras, coloqué el arroz no muy lejos y la jarra de jugo en medio de la mesa—Quería saber cómo estaban tú y el bebé, le dije que si quería saber eso sería mejor si te escribiera, pero dice que no quiere molestarte.
— Claro—rodeé los ojos— ¿Te dijo algo más?
— Dice que quiere venir a Seúl, no le dije nada al respecto, por mí puede hacer lo que le dé la gana siempre y cuando te deje en paz.
— Nos deje en paz—hablé en plural-JungKook parece haber encontrado a su madre—giró su rostro a mí algo sorprendida y preocupada—Tranquila, creo que desde ahora tendremos más seguridad, YoonGi le ofreció al chico colocarnos como una especie de guardaespaldas al menos mientras esa mujer sigue haciendo de las suyas.
