Una Historia Diferente -Naruto Fanfic (ObitoXHinata)

Capítulo XXII: Mi vida contigo. Epílogo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hinata estaba preparando el desayuno, Himawari que hace tiempo había cumplido nueve años ayudaba a su mamá a sacar platos y cubiertos, Minato y Kiba ponían la mesa, Obito acababa de levantarse, se froto los ojos y saludo a su familia, fue a ayudar a servir el desayuno y juntos se sentaron en la mesa.

Todos comían tranquilamente hasta que el pequeño Obito llegó llorando— Okasan, me está saliendo sangre— el niño de tan solo cinco años sollozo y abrazo a Hinata, quien se había levantado de la mesa para ver qué sucedía— Se me está cayendo la boca— el pelinegro le mostró el diente que llevaba en su mano.

—No seas llorón, solo se te cayó un diente— Minato le dirigió una mirada de reproche a Kiba— ¿Qué?, Yo solo digo la verdad.

—Kiba, no le digas esas cosas a tu hermano— el azabache cruzó los brazos por la llamada de atención de su padre.

—Tranquilo Obito, solo se te cayó un diente, es algo normal— Hinata lo miro con ternura, el niño asintió tratando de controlar su llanto— Vamos a enjuagarte la boca y a guardar tu diente, para que lo dejes debajo de la almohada está noche y mires tu sorpresa mañana— al pequeño le brillaron los ojos— En un momento regresamos a desayunar con ustedes.

—Aquí los esperamos— respondió Obito con una sonrisa, Hinata se fue tomando la mano de su hijo.

—Otôsan, ¿Es cierto que vas a retirarte?— pregunto Minato llevándose un trozo de comida a la boca.

—Esos son los planes, le dije a Kakashi que pensaba retirarme cuando mi último hijo cumpliera los cinco años— explicó con calma— Solo estamos esperando a que Naruto este preparado para asumir mi cargo.

—¿De verdad?— Himawari estaba emocionada, si su padre dejaba de ser Hokage, podría pasar más tiempo con ellos.

—Si, ya podremos hacer más cosas juntos— el pelinegro sonrió feliz y tomo otro pedazo de pan.

—Ahora vas a entrenarnos más tiempo— dijo Kiba alzando sus manos con entusiasmo— Mis técnicas de fuego ya son mejores, quiero mostrarte.

—Las mías son mejores— dijo el pequeño Obito sentándose en la mesa y viendo a su hermano con rivalidad, Hinata le sirvió el desayuno y fue a sentarse junto a su esposo.

—Tú cállate, aún estás muy pequeño.

—Cuando despierte mi Sharingan no dirás lo mismo, porque te voy a vencer como lo hace todo el tiempo Minato-niisan.

—Ya basta niños, dejen de pelear y coman— Obito los miró fijamente hasta que ambos niños continuaron comiendo, el tema de los ojos de sus hijos era algo que aún no sabía cómo manejar, Minato había despertado el Byakugan y tiempo después el Sharingan, era el único de sus hijos que podía usar ambos dōjutsu al mismo tiempo, a sus ojos perla les aparecía una especie de pupila roja con tres aspas negras, él niño ya tenía once años, no le sorprendía que mostrará grandes habilidades, desde pequeño había demostrado ser un genio, de hecho se había graduado de la academia a los diez, solo estaba esperando a que le asignarán un equipo, pero ya empezaba a realizar misiones, Kiba y Himawari eran un caso aparte, sus gemelos también eran fuertes, Kiba despertó primero el Sharingan y después el Byakugan, aunque el usaba solo un dōjutsu a la vez, Himawari era el caso contrario, ella uso primero el Byakugan, el último de sus hijos solo sabía utilizar los ojos de Hinata, aún no podía usar el Sharingan, pero él estaba muy emocionado con poder tener los ojos de su Otôsan y ser como su hermano mayor Minato. Cada uno tenía algo especial.