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"Una noche John estaba borracho, por lo que tuve que sacarlo del pub en donde estábamos y así llevarlo a un parque para que pudiera vomitar, cuando terminó estaba un poco molesto, así que nos sentamos en un banco, aún vacilante señaló con el dedo a una estrella que estaba encima de nuestras cabezas y dijo 'esa es la estrella de mi madre, me la dedicó a mi y siempre ha sido mía, pero a partir de ahora puede ser tuya también, si quieres; su nombre es Mary Julia y cada vez que la veas en cualquier situación o momento que estés recuerda que siempre estaré contigo, Paul, siempre estaré cerca de ti riéndome de lo raro que eres, siempre estaré contigo, lo prometo, te miraré y cuidaré desde Mary Julia, e incluso al contrario porque es nuestra estrella, sólo nuestra, una estrella que pertenece a dos idiotas que cada noche hablan como tontos en una banca, llenos de alcohol'. Estaba atónito y juntos después de eso comenzamos a reír. Varios años después, cada vez que veía la estrella comenzaba a llorar, ni siquiera recordar su risa hacía parar mi llanto; pero me di cuenta de que él cumplió su promesa y es hermoso".

—Paul McCartney. 

Razones Para Shippear McLennon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora