Una Basura

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— ¿Es en serio lo que me estas diciendo Mingyu? — Cuestionó Jihoon parándose de su asiento, deteniendo su cuerpo con las manos sobre la mesa.


Lee Jihoon, un chico de 18 años, presidente de un club pequeño que tenía como propósito, proteger todo ser viviente sobre la tierra, o por lo menos lo que estuvieran a su alcance.

Su baja estatura, sus ojos rasgados al igual que un felino, sus lindos labios, su blanquecina piel, su suave cabello color negro y su delgado cuerpo engañaba a todos, haciéndolos pensar en lo tierno que este era.

Pero a pesar de aparentar ser él ser más hermoso y tierno en todo el mundo, podía llegar a tener un carácter de los mil demonios.

— Si presidente, quieren talar los árboles del parque y quieren construir un nuevo edificio.

Mingyu era el sub-presidente del club, un chico delgado, mucho mas alto que Jihoon, de cabello anaranjado y perdidamente enamorado de su presidente.

— ¡Esos malditos! — Musitó apretando sus puños con mucha fuerza.

— ¿Que es lo que haremos presidente? — Dijo con preocupación uno de los miembros llamado SeungKwan.

— No nos queda de otra, tendremos que utilizar nuestro plan número tres — Su rostro irradiaba una seriedad profunda

— ¿El plan número tres? — Exclamaron todos los miembros, mirándose entre ellos con ojos completamente abiertos y manos juntas esperando a que Jihoon terminara de hablar.

— Si chicos — Alzo un brazo enseñando su puño, mientras colocaba su pie sobre la silla — Tendremos que atarnos a esos árboles.

Todos hacían sonidos de asombro y miedo, como si el plan fuera muy peligroso.

  (。・ω・。)

— Anda SeungCheol, solo será un momento — Insistió Vernon un chico de intercambio extranjero, el mejor amigo de Choi SeungCheol.

Un chico de Daegu trasladado de su antigua escuela a una de tantas instituciones de la ciudad de Seúl, guapo e inteligente así eso como él se consideraba.

1.77 m de altura, un cuerpo definido, pestañas largas y un lindo cabello gris que descendía por su frente formando un pequeño flequillo, a sus 19 años y no estaba interesado por ningún chico y mucho menos por las chicas.

— Sólo dime por que debo acompañarte a ver a tu loco novio — Suspiro, colocando su codo sobre la mesa de su pupitre, mirando a su amigo.

— En primera no esta loco, es defensor de la naturaleza y en segunda por que eres mi amigo y no quiero ir sólo.

— Claro que esta loco, si no lo estuviera entonces ¿por que quiere que lo amarres a un árbol?

El americano se lo pensó un momento — Bueno, tal vez este un poquito. Sólo acompáñame y ya.

— Quiero unas papas y unos chocolates — Indico señalando con su dedo índice.

— Gracias bro.

(。・ω・。)

— Todo listo presidente, solo hacemos falta SeungKwan y yo, pero los demás ya están en sus respectivos árboles — Informo Mingyu, terminando de asegurar la cadena alrededor del gran árbol.

— ¡Hoshi, Seokmin y Joshua! ¡No se rajen cabrones! — Grito como advertencia y ellos solo alzaron sus pulgares.

— Me voy presidente, le diré a SeungKwan que ajuste mi cadena — Él bajito asintió orgulloso por su amigo y lo fiel que le era a el y a su Club "Los bienaventurados" así se hacían llamar ya que toda su existencia era una aventura nueva cada día.

Los carteles sostenidos por rocas y algunos colgados en los troncos de los árboles eran muy coloridos para que todas las personas los vieran y tomaran consciencia, llevaban un año con lo mismo y a pesar de los insultos y malos tratos nunca se rendían.

— Vernon y su novio me dan asco, estoy comiendo y ellos igual pero no de la misma forma que yo — Murmuró SeungCheol, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda — por dios, esta atado a un estúpido árbol y no le importa lo sigue besuquiando. 

Formo una cara de asco, destapo su chocolate, pero la envoltura no le permitía comerlo a gusto.

Dio unos pasos más y observó un  bote de basura a lo lejos.

— Que flojera caminar hasta allá — Resoplo y tiro la envoltura en el suelo, sin notar que alguien lo estaba observando muy cerca.

— ¡Hey! ¡Tu! — Grito Jihoon con todas sus fuerzas — ¡Estúpido!

SeungCheol escuchaba los gritos pero no hizo caso y siguió caminando.

— ¡El del estúpido chocolate!

El mayor observo su chocolate por unos segundos, trago lo que tenía en la boca y se volteo para encontrar al emisor escandaloso.

— ¿Yo? — Fingió estar confundido pero lo que no fingió fue su reacción al ver a esa persona gritona atado a un árbol igual que él novio de su amigo.

— Eso no va ahí  — señalo la envoltura en el suelo — ¿Tanto te pesan? tienes él maldito contenedor de basura enfrente de tus narices, pero ¡no! debes tirarlo en el suelo.

— Es una basurita, nadie se va a dar cuenta.

— Por personas como tu de cerdas — Alzó su mano indicado un alto — ¡No! Ni los cerditos son tan cochinos como tu, si así eres en la calle, ya me imagino como has de estar tu casa.

— ¡Oye! Espera yo.

— Los animales son más limpios que tu.

SeungCheol se cruzo de brazos al ver que él chico no dejaba de gritar.

"¡Eres un asco!"

"¡Que levantes eso!"

Lo observo de pies a cabeza, y lo que veía le gustaba, sus piernas se acoplaban muy bien a esos pantalones ajustados y ese suéter rojo que dejaba ver solo un poco de piel era perfecto para su tierno rostro.

"Deja de mirarme de esa forma y levanta eso ¡maldita sea!"

SeungCheol hacía caso omiso a lo que el pelinegro le decía, dio unos pasos más, colocó una de sus manos en el tronco del árbol, arrimando su cuerpo levemente hacía Jihoon.

— ¿Que madres estas haciendo?

— ¡Shuu! — Pronuncio SeungCheol, poniendo uno de sus dedos sobre los labios del bajito — Siempre eres así.

Escuchar su voz profunda tan cerca de su oreja hizo que su piel se erizara.

— Q-Que...de-jame — Dijo con dificulta y nerviosismo.

— ¿Como te llamas hermoso?

Jihoon abrió los ojos como plato, sintió su sangre caliente justo en sus mejillas y su garganta secarse.

— ¡Que, que te importa idiota!

— Lindo nombre, el mío es SeungCheol.

My World, Your World (Jicheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora