Los soldados llevaron a los tres piratas, a punta de jalonazos y empujones, a una habitación bajo la cubierta del barco donde habían varias jaulas cúbicas hechas con barrotes de hierro en paralelo, lanzaron a los dos a una de ellas, al calamar a una más pequeña por la que no pudiera salirse cerraron la puerta con llave. Bran cogió una lámpara que estaba sobre un barril y la encendió, iluminando la cara de los piratas que acababan de encerrar.
—Karín "El Zorro" con dos mil monedas de oro de recompensa, Parches Naga y Jason Rackham, ambos con setecientas monedas de oro de recompensa.
—No hace falta que nos recuerdes nuestros nombres—Dijo Parches con voz exageradamente alta mientras envolvía con fuerza los dos barrotes en frente de su cara con dos de sus tentáculos.
—Cierra la boca alimaña—respondió Bran fríamente.
Parches reunió saliva en su boca y le lanzó un enorme escupitajo a la cara que Bran esquivó apenas, Karín y Jason rieron con fuertes carcajadas.
—¡Silencio!—gritó Bran desenvainando su espada con rápidez—Ustedes me van a decir por qué siguen vivos.
—¿De qué hablas?—preguntó Karín.
—¿Cómo que de qué hablo? Los veo hablar y hasta reír como cualquier otro cuando los matamos hace rato.
—¿De qué hablas? ¡Ya estamos muertos! —Volvieron a reír a carcajadas.
Bran le propinó una patada a un barrote de la jaula grande, todos se quedaron callados. Karín se acercó a los barrotes y se asomó por en medio de dos.
—Davy Jones no era el único hombre maldito Bran, tampoco el único hombre sin un corazón ni...
—¡Deja de decir idioteces!-gritó Bran tras por fin haber perdido la paciencia, haciendo que Karín retrocediera y encogiera los hombros con cada palabra que pronunciara-¡Los Dioses son solo leyendas, las maldiciones son solo mitos y Davy Jones es solo un cuento para niños!
Karín esbozó una sonrisa que apenas fue vista por los soldados, pues la mitad de su cara estaba tapada con la oscuridad. Bran se dio media vuelta y caminó hacia las escaleras que llevaban a la cubierta, antes de subir volteó la cabeza y exclamó:
—Tienen suerte de que tengo muchas cosas que hacer en Puerto Blanco, los llevaré al cuartel general pasado mañana. Asquerosos piratas—Subió las gradas, salió de aquella habitación y cerró la puerta de madera con mucha fuerza.
Karín caminó hacia atrás con lentitud y se dejó caer sentado en el suelo, Jason hizo lo mismo y Parches tan solo se quedó relajado en el suelo.
—Solo leyendas, ¿eh?
—¡Le quiero arrancar la cabeza!—gritó Parches sin razón alguna.
Jason tenía la vista puesta en Karín fijamente con una expresión seria, sin embargo no decía nada.
—¡Ay vamos Jason!—dijo Karín al darse cuenta—Está bien que seas medio mudo y hables una vez al año pero di algo.
La mirada de Jason continuaba puesta en el.
Karín suspiró—Si si, ya sé que fue mi idea el salir solos a buscar tesoros en esta isla, también tuve la idea de que salieramos sin armas para no llamar la atención—rió un poco—Una pésima idea por cierto. Pero ya vendrán los chicos.
Hubieron varios minutos de silencio bastante incómodos. Luego Karín recostó su cabeza, cerro los ojos y, con voz ronca, comenzó a cantar muy bajo:
"Toma tu cerveza, iza la bandera
Que ya vamos a zarpar
Fija el horizonte y a toda vela
El mar vamos a cruzar
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Las leyendas de la mar: Los piratas sin corazón.
FantasíaExisten infinidad de cuentos sobre tesoros inimaginables, historias sobre ambiciosos piratas dispuestos a navegar hasta los confines del mundo, rumores sobre bestias que arrastran a cualquier usurpador hasta las más mortales y oscuras profundidades...