Esperanza y gloria

Organizando al equipo

Hola a todos, aquí SilentDrago. Este fic puede ser algo particular, puesto que a pesar de estar en un conocido universo literario, se centra más en los OCs. Aclaro desde ya que esto está ambientado en el futuro y que, de todas formas, los personajes de J. K. Rowling pueden tener breves menciones y/o apariciones. Sin más, los dejo para que lean y nos vemos abajo.

Tres derrotas. No derrotas cualquiera, sino sendas palizas que habrían desmoralizado hasta al más optimista de los hinchas. La selección chilena de quidditch estaba viviendo una de sus etapas más oscuras y daba la impresión de que no saldría pronto de ella. A decir verdad, el desastre venía de antes, desde el Campeonato Sudamericano más precisamente, en el que Chile realizó un auténtico papelón y terminó eliminado antes de siquiera desempacar las maletas.

Volviendo a las tres derrotas, estas ocurrieron ni más ni menos que en el marco de las Eliminatorias para el Mundial a desarrollarse en Francia. Aún estaba fresco en la mente de jugadores y aficionados chilenos el último resultado: 400-30 frente a Brasil. Consciente de eso, el presidente de la Federación, don Gregorio Espada, decidió tomar cartas en el asunto.

- ¡Ojeda! ¡Ojeda, ven aquí!

Modesto Ojeda, secretario del señor Espada, se hizo presente en la oficina.

- ¿Quería verme, señor?

- Así es, Ojeda. Como sabrás, los resultados de nuestra selección no son los esperados. No permitiré que las cosas sigan así.

- ¿Y qué planea hacer?

- Voy a despedir al entrenador.

- ¿Y tiene en mente a un reemplazante?

- He evaluado algunas opciones. Necesito que te pongas en contacto con ellos y veas si existe interés en hacerse cargo de la selección.

Sobre el escritorio del señor Espada había unos cuantos expedientes que fueron a parar a manos de Ojeda tras un movimiento de varita del presidente.

- Son buenos candidatos, señor..., pero no sé si logrará convencerlos.

- ¿Tienes una mejor idea?

- Algo así. Ojalá acepte.

- ¿No me digas que estás pensando en ese sujeto? Ya sabes la personalidad que tiene. Discutir con él es como discutir con un muro.

- No pierde nada con intentarlo, señor.

El señor Espada se pasó la mano por la cara, visiblemente tenso.

- Usted sabe que él jugó en Europa y también fue allá donde estudió para ser entrenador. No solo eso, se ha codeado con grandes estrellas del quidditch: Gwenog Jones, Aidan Lynch... Creo que es el mejor candidato.

Don Gregorio pareció pensarlo un poco. Finalmente, tras un momento de silencio, dio un enorme resoplido y dijo casi resignado:

- Agrégalo a la lista. Eso sí, los otros son la primera opción.

- Entendido, señor.

Ojeda se retiró del despacho con los expedientes, dejando al presidente solo.

- Espero no haberme equivocado –murmuró para sí.

(...)

- Qué sorpresa encontrarte por aquí, Aparicio.

- Digo lo mismo, Eugenio.

En una calle muy concurrida por los magos de Santiago de Chile, se encontraron dos de los jugadores de la selección local: Eugenio Cortés, cazador y capitán del equipo, y Demetrio Aparicio, buscador. Para la prensa, el par era de lo poco rescatable que había en el plantel, si bien el ego de Cortés y la falta de reflejos por momentos de Aparicio solían hacer mella en el rendimiento de ambos.