27.

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Pateaba una pequeña piedra con su pie mientras daba largos pasos debido a sus largas piernas. El viento de aquella mañana desordenaba sus azabaches rizos. 

"Siempre se me ocurren ideas estúpidas, se me congelan las pelotas y vine a comprar helado..." se adentró a la tienda, haciendo sonar aquella clásica campanilla. 

Observó los sabores a través del cristal, sus ojos brillaron al encontrarse con el chocolate con almendras, una de las mil pasiones que compartía con Uris. 

Buscó la atención de la vendedora, quien se hallaba muy concentrada resolviendo una sopa de letras. 

Carraspeó un poco exageradamente (lo suficiente para Richie Tozier). 

"Oh, lo siento joven... no lo vi, a pesar de su increíble altura y ese aspecto tan desarmado" sonrió y a los segundos se arrepintió. "Eso fue grosero, lo siento..." 

Richie asentía a medida de que perdía la paciencia. 

"¿Que vas a querer?" el de lentes suspiró, agradeciendo que aquella mujer dejara de socializar con él. 

"Chocolate con almendras, por favor" pidió mientras comenzaba a sacar su billetera. La mujer metía el pote de helado en una bolsa y Richie acercaba el billete hacia ella. 

La campanilla sonó y unos pasos lentos se hicieron presentes en la tienda. 

Richie recibió la bolsa y el vuelto. Estaba a punto de despedirse, cuando los pasos sonaron apresurados y la campanilla sonó nuevamente. 

Volteó y se encontró con un Eddie apresurado que corría fuera de la tienda. 

Lo siguió a grandes zancadas con la bolsa en su mano, sus piernas eran más largas, no fue gran problema alcanzarlo. Tomó su brazo y lo hizo voltearse hacia él. 

Aún cuando en su mente, su propia voz retumbaba "A la mierda con Eddie". 

"¿Qué quieres Richie?" habló nervioso el castaño. 

"Saber que ocurrió contigo, Spaghetti." Kaspbrak rodó sus ojos, el estúpido apodo había vuelto. 

Intentaba calmar su respiración, ya que se encontraba irregular tras la maratón que intentó correr. 

"¿No te quieres sentar? Pareces agitado" volvió a hablar el azabache. 

"¿Te lo parezco?" susurró llevándose una mano al pecho mientras se sentaba en una banca cercana. 

"Ahora si, ¿que ocurrió contigo?" habló sentándose a su lado. 

"Terminé con Ellie, si es que te lo preguntas." 

"¿Y tu madre?" replicó el mayor. 

"Ya olvidó el tema..."  Bajó su mano hasta la banca, pero se posó sobre la de Richie. La retiró rápidamente y se colocó de pie otra vez. 

"¿A dónde vas?" habló el de lentes, colocándose frente a él, sin importarle la cercanía que habían tomado. Eddie lo observaba desde un poco más abajo, sus respiraciones podían mezclarse en ese momento. 

"Tu helado se derretirá, Richard." volvió a respirar irregularmente, dio un paso atrás y Richie uno adelante, alcanzándolo otra vez. 

"Mi corazón también, Eds" acercó su mano al rostro del castaño, pero éste la retiró de inmediato. 

"Detente, sabes lo que ocurrirá si alguien nos ve..." trató de girarse para irse, pero Richie sostuvo su muñeca y lo volteó hacia él otra vez. 

"Iré a donde vayas, ¿entiendes? estoy enamorado de ti, y cuando amas a alguien, lo último que haces es rendirte..." sostuvo ambas manos de Kaspbrak. "Tengo un primo, en un pueblo lejano de aquí y vive solo, podríamos vivir con él, y surgir lejos de este pueblo horrible. Tu también serás mayor de edad la próxima semana, ¿recuerdas?" le sonreía, buscando alguna aprobación de su parte. "Podemos acabar el último año allá, podríamos hacer lo que quisiéramos... vayámonos, Eddie." rogó con la mirada al menor. 

"Necesito tiempo, Richie. Necesito enfrentar a mi madre, no me quiero ir de Derry, cumpliré dieciocho y podré decidir." alejó sus manos de las de Tozier.

"Entonces no nos vayamos de Derry, pero quédate conmigo, te dije que iría a donde tu fueras..." lágrimas se acumulaban en sus ojos, aquella ilusión de ellos, juntos y lejos de allí, enamorados y felices, parecía derrumbarse, pero no dejaría que eso ocurriese. 

"Dame tiempo, es todo lo que te pido." se colocó de puntillas para abrazarlo, rodeando su cuello con sus brazos, sintiendo instantáneamente las manos del azabache en su cintura. 

"¿Cuanto?" colocó su rostro sobre la cabeza del más bajo, inhalando el olor que desprendía su lacio cabello. Su pecho subía y bajaba, su corazón palpitaba con fuerza, todo lo que necesitaba se encontraba allí, entre sus brazos.

"Hasta que me pueda ir contigo, amor" besó su mejilla y se alejó, queriendo jamás haber roto ese abrazo.


AHHHHHH REDDIE. Lo siento, necesitaba llorar.

les quería contar que estoy empezando a escribir un libro, así de rial, mío:( estoy emocionada y no sé, AHHHH. 

bueno, adiosito<3.

LES AMOOOOO MUCHO MUCHO MUCHO


Perra Diva ; Stenbrough ft. Reddie AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora