Tan sólo un instante (HIGUEL)

CAPÍTULO 4 "CONFUSIÓN"

Disclaimer: Los personajes de Big Hero 6 y de Coco no me pertenecen, pertenecen a Disney y a sus respectivos creadores. Sólo uso por afición y nada más.

NOTA: En este fic, los personajes principales (o sea, Hiro y Miguel) tienen +18 años. (Simplemente no puedo shipearlos de niños) Contenido +13 (por el momento), palabras vulgares/altisonantes, situaciones graciosas.

ACLARACIONES: En éste fic, Hiro es el pasivo y Miguel es el activo. Pueden llegar a ser versátiles, pues el Higuel es algo así como... "El orden de los factores no altera el producto" :p pero en mi fic, Miguel es el "seme"/Activo. ¿Oki? Aclarado eso...

¡Ahora sí, a leer!

CAPITULO 4 "CONFUSIÓN"

No sabía que contestar ¿Había escuchado bien? Miguel Rivera, el chico que sorprendió a toda la Universidad de San Fransokio con su talento y amabilidad (omitiendo su trato medio agresivo), estaba frente a mí, sonrojado pero decidido, diciendo "me gustas".

—Miguel, ya deja de hacer bromas gays... no te quedan, para nada—Yo me negaba. ¿Cómo era posible que yo le gustara a ese mexicano?

—Hiro... no minimices lo que siento. Te estoy diciendo la verdad.

—Imposible...

—Hiro... escucha, quizá me precipité al decírtelo. Yo jamás me imaginé llegar a sentir esto tan rápido y tan intenso.

— Miguel yo... no sé qué decirte—Mi corazón se aceleró. ¿Qué debía hacer?

—Cuando llegué a ésta ciudad, sólo pensaba en salir adelante por mi familia y por mi sueño, sólo quería ser músico y no anhelaba otra cosa, pero en un instante, en tan sólo un instante cambiaste algo en mi interior. No sé, desde que te vi, supe que eras especial. No lo pretendía, y te metiste aquí—mi mano fue guiada por Miguel hasta su pecho, a la altura de su corazón.

— ¿En tú... corazón?

Sentí los latidos del corazón de Miguel: fuerte, intenso. La otra mano de Miguel se dirigió a mi rostro y acarició mi mejilla.

—Sí Hiro... te metiste en lo más profundo de mi corazón. —Miguel se acercó un poco a mi rostro—Hiro, me gustas. De verdad me gustas—Su aliento cálido rozó mis labios, sentí que mi cabeza iba a explotar. Sólo atiné a cerrar los ojos. Miguel se encargó de eliminar el espacio que nos separaba.

Sí, estaba recibiendo un beso de Miguel Rivera.

Sus labios eran carnosos y suaves. Una mezcla y una explosión de emociones se desataron en mi interior. Mi razón voló en mil pedazos, sólo sentía los labios de Miguel. Se sentía como una caricia, una tibia y agradable caricia.

No era experto besando, apenas había dado un beso en preescolar. No creí que el chico que me sacaba que quicio, el idiota con el que peleaba a diario y mi rival en una apuesta importante me estuviera besando en ese momento.

Disfruté ese beso, a pesar de que la confusión no me permitía pensar con claridad. Sólo me dejé llevar.

Miguel movia sus labios como un experto. No era agresivo ni demandante, era... lindo. Sí, esa es la palabra correcta; todo eso, era lindo.

No colaboré mucho debido a mi inexperiencia, pero no lo detuve, no le recriminé nada... casi.

Como pude, cuando mis neuronas se conectaron otra vez, empuje a Miguel, pero ¿¡QUE CARAJOS!? Ese maldito mexicano tenía fuerza, la unión no podía deshacerla con nada. Contrario al efecto que esperaba, me abrazó por la cintura con la mano que antes sujetaba mi mejilla y pegó su cuerpo un poco más al mío.