THIS LORD IS A TRAMP (Ragoney)

Confesión

*Narra Agoney*
No sé por qué me siento tan mal después de ver a Aitana y Raoul besándose. O sea, ni siquiera debería importarme pero no puedo evitar que me moleste. Una mezcla de emociones se apodera de mí, ira, rabia, tristeza, frustración. Y es entonces cuando la cago.

Ago: dame eso *coge una copa que tiene Ana en la mano y se la bebe de un trago*
Ana: qué haces? La acababa de preparar
Ago: *ignorándola* no me creo lo que voy a hacer
Ana: pero qué vas a...?

Me voy. Voy decidido hacia donde está Yerai. Pone una sonrisa y va a saludarme, pero se lo impido cogiéndolo de la cabeza y dándole un beso. Mi lengua juega con la suya, hasta que nos separamos para coger aire.

Ye: *sonriendo* y esto?
Ago: no te gustó?
Ye: pues claro, pero a qué se debe?
Ago: mejor no preguntes, a ver si me arrepiento
Ye: me callo, me callo
Ago: vete y espérame abajo
Ye: claro

Yerai se va al ascensor y yo me voy a la barra a hablar con Ana.

Ago: me voy, si te preguntan me encontraba mal
Ana: Ago... no creo que debas hacer esto
Ago: hay muchas cosas que no debería hacer *empieza a andar*
Ana: *elevando la voz* y dónde queda lo de no jugar con Yerai?

Me detengo. Realmente hago esto porque quiero o por el calentón del momento? No voy a engañarme, claramente lo estoy haciendo porque me he enfadado con Raoul.

Ana: estás siendo muy inmaduro

Me da igual. Voy a pensar en mí por una vez en la vida.
Bajo a recepción y me encuentro a Yerai. Subimos a su coche y vamos a su casa. Una vez allí, vamos directamente a su habitación, dónde pasamos toda la noche.
Me despierto. Estoy desnudo junto a Yerai. Qué coño hice? Soy un imbécil.

Ye: Buenos días, Ago *le da un beso*

Me quedo paralizado frente a su beso. Mierda, cómo le digo yo ahora que no quiero nada con él?

Ago: Buenos días... me voy a trabajar

Opto por no decírselo. Me visto y me dispongo a salir de la casa.

Ye: no quieres quedarte un ratito? Ni a desayunar?
Ago: no, llego tarde
Ye: *acercándose a él* ayer no te importó faltar al trabajo
Ago: *alejándose y saliendo por la puerta* por eso hoy no puedo faltar, adiós

Cierro la puerta y me voy corriendo, antes de que a Yerai le dé por seguir insistiendo. Llego al hotel. En realidad, le he mentido, aún faltan unos minutos para que abramos el bar.

Ago: soy gilipollas

Ana asiente mientras Mimi, que ha venido a desayunar al hotel, me mira sin comprender nada.

Mimi: que ha pasado?
Ana: que se tiró a Yerai
Mimi: pero eso es bueno, no?
Ago: no
Ana: se cabreó con un tío del que se encoñó porque tiene novia y, como si fuera un niño pequeño, la pagó con Yerai
Mimi: espera, estás encoñado de otro también? Cómo estamos, Agorey...
Ago: chicas, no estoy encoñado de nadie. Pero ayúdenme, que hago ahora?
Ana: yo te intenté ayudar ayer y pasaste de mí dejándome sola en el bar
Ago: lo siento...

*Narra Raoul*
Me he despertado temprano. No puedo dejar de sentirme culpable y de pensar en lo cabreado que estaba Agoney ayer. Voy al bar a ver si está ahí. Parece que estoy de suerte, pues me lo encuentro hablando con la camarera y con una chica rubia.

Ra: qué te pasó ayer, Agonías?
Ago: el bar está cerrado
Ra: no vengo por el bar
Ago: entonces no sé qué coño haces aquí
Ra: quería saber qué te pasa
Ago: que no me hace gracia que jueguen conmigo
Ra: de qué hablas?
Ago: pues que no es normal que pases de tirarme la caña en la habitación a morrearte con Aitana en el bar. No dejabas de decirme que no te juzgara por tus amigos pero tú eres peor que ellos. Qué conseguías haciendo esto? Reírte de mí? Ya se lo contaste a los otros dos neandertales y se rieron lo suficiente?

Me lo temía, nos vió y encima se cree que lo he hecho para burlarme de él. Me muero de ganas de decirle que Aitana y yo no tenemos nada, que soy gay. Pero me da miedo, nunca se lo he dicho a nadie (a parte de a las chicas) y no se lo voy a decir a un tío al que acabo de conocer... o sí?

Ra: *mirando a Mimi y Ana* podemos hablar en privado?
Ago: no, ellas son mis amigas, me digas lo que me digas se lo voy a contar después
Ra: pfff... pues, cómo explicarlo? Yo...
Ago: no tiene ninguna justificación, Raoul. Eres un capullo y ya está, aunque yo también soy un imbécil por pensar que todo lo que hacías iba en serio después de lo que le dijiste a Ana. De hecho ni siquiera hace falta que me des explicaciones, porque tú y yo no somos...
Ra: *le corta* soy gay