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Noviembre 13, 2003

Cuando abri  los ojos, gracias a la operación, la anestesia aun no desaparecía, estaban las típicas maquinas que me mantenían con vida, pero lo que llamo mi atención fue una cabellera rosada acostada a mi lado.

No me acordaba de esa persona, pero un fuerte dolor en mi pecho me hizo recordar quien era la persona que estaba acostada.

Era Natsu, el chico que había conocido en las quimioterapias, las cuales ya no necesito ya que, ahora solamente me operan para poder ver como va mi cáncer.

Esto terminara pronto...¿verdad?


→𝐸𝑙 𝐷𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝐷𝑒 𝐿𝑢𝑐𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora