"Kushina, criar un hijo... es difícil.
Es algo que nunca podré comprender del todo, ¿qué hubieras hecho a estas altura?"
Pensó el rubio de cabello puntiagudo mirando un retrato de su joven y bella esposa sonriente a esa desapercibida cámara que la enfocó aquella ocasión. Anexado con unos inciensos a ese pequeño altar que tenía en la sala principal de su sala de estudio.
"Somos muy diferentes él y yo, hablo de Naruto. Tiene más tu personalidad pero no logro simpatizarle ultimamente"
La puerta del estudio se escuchó tocar desde el otro lado, pasando en seguida un hombre de cabellos platinados y un cubrebocas al rostro, traía consigo un gran sobre amarillo y una faceta estresada.
—Minato-sensei el manuscrito es para hoy, dígame que ya lo tiene terminado... —calló en seguida al notar la reacción desapercibida del mayor —no, no de nuevo... ¡Por favor sensei el que tiene que pelear por tiempo con los editores siempre soy yo!
Así solía suceder cada ciertos días, llegaba el asistente de Namikaze, un hombre unos años más joven a recoger la obra reciente y actualizada de su maestro.
—Sólo dame un momento para culminarlo Kakashi, estos días han sido un desastre para mí —rogó el rubio mientras unía sus manos como petición guiñando nerviosamente.
Kakashi miró alrededor notando como esa habitación estaba en unas condiciones poco higiénicas y desalineadas, suspiró profundamente mientras inspeccionaba que solo se había dedicado a comer comida rápida y nada saludable, era sencillo asumir por los recipientes desechables amontonados en el escritorio.
Comenzó recogiendo las cosas del suelo poniendo orden en el lugar.
—Gracias y perdona por esto Kakashi —llamó Minato riendo nervioso.
—¿Sabe sensei? Qué sea padre soltero y viudo no implica que tenga el lugar de trabajo y casa con este desastre, Kushina-san no estaría feliz con esta manera de vivir que tiene.
"Es verdad, estarías gritándome en estos momentos preocupada, ¿no es así? Lo siento."
—Uhm... —asintió Minato ayudando a recoger el desastre de ropa, instrumentos y otros objetos.
—¿Dónde está Naruto? —preguntó Kakashi aun con su concentración a la limpieza.
El rubio arrugó su entrecejo mirando tristemente al suelo.
—No lo sé, él no volvió anoche —golpeó su frente con cierto nerviosismo.
"Soy un desastre de padre Kushina, no puedo controlar nuestro hijo."
—Pues está en esa edad, Naruto tiene 16 años después de todo —dijo Kakashi con el objetivo de apaciguar el desánimo del escritor.
"Él era tan enérgico de niño, incluso cuando te fuiste y solo tenía cuatro años, yo lo era todo para él. «Papá eres el mejor»... ¿Qué fallé para que dejara de decirlo?"
Mientras Kakashi continuaba levantando ciertas cosas notó algo extraño en el suelo, así que con su mano libre levantó mostrandolo al aire.
—Sensei, esto... —dijo mostrando aquel peluche maltrecho y viejo de un zorro rojo con varias colas.
—¿Qué hace eso ahí? —Cuestionó sorprendido de encontrarse con ese peluche descocido de parte del vientre comenzando a salirse su relleno.
—A juzgar por la posición debió caerse del armario —señaló encima del altar de Kushina que había y detrás de ella estaba el mueble.
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Padre e hijo [MinaNaru]
Fanfiction"Kushina, criar un hijo... es difícil" Minato Namikaze, escritor reconocido y padre soltero está por sí mismo tratando de controlar aquella terrible etapa de su hijo llena de rebeldía y desapego: la adolescencia. AU. Historia de mi autoria (Basado u...