Querido diario

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Querido diario:

Sí, de nuevo te usaré para desquitar el estrés del día. ¿Es que acaso no puedo pasar 24 horas de mi vida en total tranquilidad? Apenas tengo estos minutos para relajarme y tratar de descansar del asalto total que se ha convertido mi existencia. La única razón por la que sigo resistiendo es no querer dejar solo a mi pequeño hermanito ni a la casa que la abuela amaba. Casa que se está cayendo a pedazos gracias a los incendios de un terco, las locuras de un idiota y las "reformaciones" de alguien que se cree artista por tallar un sireleopón.

La cocina necesita pintarse por cuarta vez en la semana (y apenas estamos a martes) y hay un olor a café y gyoza que dudo mucho desaparezca en algún tiempo. Si Beto vuelve a dejarnos sin energía eléctrica le arrancaré la cabeza.

Basta, ¿por qué siempre vuelvo a mencionarlo? Ni siquiera en mi diario puedo librarme de pensar en él. Es mejor que busque hacer algo antes de que comience a escribir tonterías. 

Recuerdos, sueños y musik [Libro 3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora