En las andantes paredes del autobús de la vida queda tallado un recuerdo.
Mis manos se han convertido en nómadas raíces que van por mundos tan ajenos al mío
Mi mente me condena a la eviterna prisión de la libertad
Ya en mi columna vertebral han crecido 16 rosas y una más a punto de florecer,
el tiempo las plantó allí y el aura las vuelve cada día más hermosas
Mis letras inundan océanos cuyos nombres desconoce el hombre
Mi pletórica existencia tiene alas de mariposa
Seguiré caminando en un mundo irreal cuando ya no esté habitando en este que también lo es.
Las palabras alimentarán la música que me compone y tu sonrisa al escuchar mi nombre te hará saber que soy feliz.
Soy más de lo que tu imaginación te muestra, soy el aire que respiras, soy el sol que ilumina el infinito, soy fuego, soy tierra, soy mar y soy más que eso.
Soy la poesía sin destino que sigue un camino marcado por el corazón.
Esta soy yo.
