Lord ✝Segunda temporada "Mi rey del ajedrez"

11: El mundo conocerá al Conde Sebastián Phantomhive

Narrador

La fiesta en el Palacio había comenzado, todos los invitados esperaban ansiosos la llegada del Conde, algunos asustados y otros sonrientes, pues el perro guardián de la reina había muerto.

-Conde, puede dejar de moverse. No me deja acomodar bien su traje- decía el rubio, un poco fastidiado por la actitud de su amo.

-Lo siento, Isaac.- decía este, poniéndose en posición de firmes para dejar que acomodara su traje.

-Bueno, ya tiene que salir -

-si-

La puerta se abrió, dejando entrar al ojicarmín. Nadie decía nada, nadie llegaba a entender por que un mayordomo es ahora el Conde inclusive algunos lo llegaban a culpar por la muerte del antiguo.

Nadie sabía que se ocultaba detrás de eso, las personas sólo hablan pero nunca saben la verdad.

La fiesta, al igual que la ceremonia fue abrumadora para el Conde. Algunos ofreciendo condolencias por la muerte de Ciel, otros tantos sobornadolo para que puedan ejercer sus trabajos ilegales con calma y otros, temiendo de el.

-Que gente tan inútil- decía para si mismo, ahora entendía por que Ciel nunca se fío de ellos. Sólo buscan aumentar sus riquezas, el bien de ellos mismos.

-¿Se encuentra bien?- decía su mayordomo, hace un tiempo lo notaba molesto y le preocupaba que llegará a tener estrés

-Si, estoy bien- Nostalgia se le notaba en a voz, el no lo vio venir pero que ellos siguieran recordándole la muerte de su amor lo llena de tristeza. Recuerda tan inútil que fue por no poder protegerlo, por no poder salvarlo.

-Aún duele ¿No?- decía una voz femenina

-Reina- ambos bajaron para dar un saludo como lo es para la reina

- Vamos arriba. - ambos regresaron a sus posiciones.

-Tú estás enamorado del pequeño Ciel, ¿No es así?

-Si, así es-

-Su muerte fue tan inesperada, el sólo era un niño. Pero ya no hay nada que hacer...... Por ahora, honralo haciendo tan bien si trabajo como el lo hacía

-Claro, así lo haré-

Su velada concluyó. Se dirigían a la Mansión. La reina le había comentado que el tendría que tener otra prometida, ya que Elizabeth Midford estaba aún triste por la muerte de Ciel.

Una prometida, nadie, no hay nadie para el. Sólo quiere estar a lado de Ciel

De nadie más.