Sentí de pronto como mi mundo se caía.
Verlo ahí y no poder abrazarlo, besarle y decirle mis sentimientos me tiene tan mal.Justo enfrente de mi esta él, disfrutando con la chica que le gusta, sonriendo tan genuinamente como solía hacerlo conmigo.
Me partió por la mitad ver los tan felices y no poder sentirme bien por ellos.El día anterior había ido muy bien, demasiado diría yo, todo se veía tan bien que me sorprendía que incluso, contestace mis mensajes.
Todo era demasiado perfecto para que durace, me ilusione.
Le creí lo mucho que le agradaría tener me ahí apoyandolo, sin embargo, no puedo pedir que las cosas alcanzarán un punto bueno, o mínimo algo intermedio.
Me diste esperanzas gracias a tú reacción tan efusiva de verme ahí hoy.Pero no todo en la vida sale bien, las cosas suceden por algo, yo creo en el destino y en el hilo rojo que mi unirá a la persona correcta, si no eres tú, supongo que es porque alguien mejor vendrá en un futuro.
--Ven aquí Nora-- me llamaba él desde abajo de las gradas. Me limite a negar con la cabeza. --¡Vamos baja! No seas amargada hoy.
No respondí, bajar era lo último que quisiera hacer, pero, no quería decepcionarle.
Baje de a poco, grada tras grada, pensando en lo estúpido de la situación.
-- Me alegra tanto que vinieras-- me abrazo después de comentar aquello y por acto reflejo, lo parte de mi a una distancia prudente.-- ¿Qué sucede?-- me pregunto con tono preocupado ante mi repentina acción.
--No, no sucede nada.-- respondí de manera automática.
--No te vez convencida de esas palabras, pero, no insistir es lo mejor, me contarás cuando estés lista-- me sonrió, y eso se sintió tan malditamente bien, que por un segundo quise besarle.
--Gracias por entender.
-- ¡Hey!, chicos es hora del segundo tiempo.-- gritaba el capitán del equipo en dirección nuestra.
--Debo volver al juego, espera a que acabe el partido, te acompañare a casa,¿okey?-- no sabía que responder así que sólo a tine a asentir.
--Suerte--fue lo último que dije en el momento que lo vi marchar a la cancha.
No me quedaría, eso es lo último que quiero, no quiero más esperanzas absurdas.
--Mucha suerte lamentó esto, lo harás bien sin mi aquí.
Camine directo a la salida, sin mirar atrás.
Esto era lo mejor.