d o s

10 2 1
                                    

La luz aún no iluminaba su habitación para cuando Dahyun despertó, pero su música la despertó. Ah, Twice sí que tenía buena música. Soltó un quejido de frustración, le dolían todas y cada una de sus articulaciones y no tenía claro qué hora era. Aún así, no había nada que pudiera molestar a Dahyun un día como hoy, pues empezaba las clases en Corea. Si bien mucha gente tendría una actitud negativa hacia una nueva vida en un país nuevo y sin amigos allí, ella estaba emocionada. No paró la música de su despertador, si no que bailó al ritmo de la música que sonaba: Wake me up de su grupo favorito, Twice. Abrió el armario poniéndose la ropa rápidamente, fantaseando con la cantidad de actividades que quería hacer en su nuevo instituto. No era una estudiante bastante destacada, más bien mediocre, pero nunca rechazaba realizar actividades en clase. Quería hacer amigos, experimentar cómo era la vida en Corea después de haber pasado tanto años fuera de allí.

Para cuando la canción terminó ella ya estaba completamente lista para su primer día de instituto. Ingresaría como estudiante de segundo año. Cogió su móvil junto a sus auriculares y su mochila con pequeñas chapas de animes o de algún cantante que le gustaba y salió de su casa. El día estaba soleado, justo como a ella le gustaba. Pensó que el sol le daría fuerzas para enfrentarse a todo lo que le esperaba al llegar. Por el camino observó con detalle todo, desde los coches, los árboles, los chicles pegados en la acera... Iba jugando a no pisar las líneas de la acera. Sí, Dahyun era una chica infantil. Eso conquistó a muchos chicos.

Dahyun odiaba eso. Cuántas veces quiso cambiarse a sí misma para dejar de gustar. Sí, Dahyun era rara. Esa era otra cosa que nunca sabrá: ¿Por qué ella solo quería no gustarle a la gente cuando el resto del mundo luchaba por agradar? Se sentía egoísta. Pero bien, no debía pensar en eso en este momento. Jugando distraída y pensando en sus cosas, llegó al instituto. Era grande, perfectamente limpio e incluso imponente para su gusto. Bueno, al menos parecía más amigable que en China. Corea tenía un aire más relajado. Respiró profundamente y entró con una gran sonrisa.

-Dubu, la nueva etapa de tu vida comienza aquí -habló para sí misma, sonriente-. No la cagues.

-Por favor, que todos los alumnos se presenten en el salón de actos para la ceremonia de apertura -se oyó la voz de un señor mayor por megafonía.

La castaña obedeció, siempre tuvo un buen sentido de la orientación. Llegó al salón de actos de las primeras, se sentó en uno de los asientos del final, allí, si se aburría podría distraerse con su música sin ser vista. Una chica bastante alta se sentó a su lado, con ojos marrón oscuro al igual que su pelo, suelto con unas bonitas ondulaciones que parecían naturales. Dahyun pensó que era una de las chicas más hermosas que había visto en su vida. Se veía tímida y algo cabizbaja.

-Buenos días, soy Kim Dahyun, ¿y tú?

La chica se sorprendió ante la repentina presentación de Dahyun.

-Chou Tzuyu -dijo en voz baja, con una pequeña sonrisa. En serio parecía una diosa.

-Oh, Tzuyu -Dahyun meditó unos segundos-. ¿Eres China, verdad?

-De Taiwán -la llamada Tzuyu lo dijo en susurros, Dahyun comprendió que eran por asuntos políticos, así que simplemente asintió.

-¿A qué curso vas?

-Segundo.

-¡Qué guay! ¡Estaremos juntas! Las extranjeras tenemos que unirnos.

Tzuyu asintió. Compartieron algunas palabras más, en las que descubrieron cosas como que Dahyun era la mayor, que Tzuyu no dominaba el coreano del todo y que necesitaba ayuda... Aún no sabiendo coreano del todo, Dahyun sabía que su nueva amiga no era muy habladora, así que siguió observando a su alrededor. Un chico llamó su atención. Dios, ese día no dejaba de encontrarse a gente demasiado hermosa, se sentía avergonzada. Un chico con el pelo rubio se veía algo desorientado. Le preguntó algo a un chico, con una pronunciación algo dudosa.

-Tzuyu-ah, ¿ves a ese chico rubio? ¿No es realmente lindo? -Tzuyu parecía avergonzada ante esa clase de comentarios-. Me refiero a que parece que no entiende coreano muy bien, es eso o no suele salir de casa -Dahyun rió ante su propio comentario-. Guárdarme el sitio, voy a hablar con él.

Dahyun se levantó de su asiento en dirección hacia el chico. Wow, era más guapo de cerca.

-Hola, me llamo Kim Dahyun. No quiero molestarte pero te he visto algo perdido, ¿eres de aquí? ¿Me entiendes bien?

-Lee Felix -se presentó el chico. Dahyun abrió mucho los ojos, tenía una voz grave, demasiado grave. No pegaba con su cara de chico adorable-. Vengo de Australia, no hablo bien del todo el idioma.

-¡Oh! ¡Nice to meet you, Felix! You are lucky... Em... I know English. En realidad no mucho, pero menos es nada.

El rubio sonrió, apreciaba el esfuerzo de la chica.

-Espero que tú sepas más coreano que yo inglés. Me alegro de que haya más extranjeros por aquí, mi amiga Tzuyu -señaló al sitio donde estaba Tzuyu mirando al móvil-y yo venimos de China, ¿te unes al club de los pobrecitos tontos que no sabemos ni hablar el idioma?

-Suena genial. Aunque parece que tú sabes hablar muy bien.

-¡Yo traduzco si no entendéis! Sé casi todo pero no a la perfección. Come here, my friend -la más bajita de los 2 comenzó a andar a su asiento entre risas. Felix estaba aliviado, era una chica bastante simpática. Se sentó a su lado. Su amiga también era una chica agradable, más tímida pero también muy linda a su manera.

Se llenaron todos los asientos sin que ellos se dieran cuenta, y un hombre algo mayor comenzó a hablar.

-Bienvenidos alumnos, soy Park Jinyoung, el director de vuestro instituto. Espero que todos tengáis una agradable estancia durante este año. Le daré la palabra a nuestro delegado de 3 año, Bangchan.

Un chico con el pelo rizado salió a escena, con una sonrisa confiada. Dio un pequeño discurso que el grupo de chicos extranjeros no estaban escuchando, cada uno estaba distraído con lo suyo. Finalmente el discurso acabó y los 3 amigos se pusieron en pie para ir a mirar las listas. Tzuyu esperaba estar con ellos en clase, no quería estar sola. Ya se encontraba incómoda por el hecho de recibir todas las miradas de los chicos, no quería soportar aquello sola.
Dahyun corrió hacia las listas, ambos Felix y Tzuyu se miraron sonriendo, cuánta energía. Ambos se alegraron de tenerla ahí.

-¡Chicos, nos espera un buen año a los 3 juntos! -gritó Dahyun, contenta de estar con su nuevo grupo de amigos en clase.

Tzuyu suspiró aliviada y Felix sonrió, el año empezaba genial.

Love batteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora