El entrenador McConaughy se mantuvo ante la pizarra hablando monótonamente sobre algo, pero mi mente estaba lejos de las complejidades de la ciencia.
Estaba ocupada formulando razones de por qué Joel y yo no deberíamos ser compañeros y estaba haciendo una lista sobre ellas en la parte trasera de un viejo examen. Tan pronto la clase terminara, le presentaría al entrenador mis argumentos. No es cooperador con las asignaturas, escribí. Demuestra poco interés en trabajar en equipo.
Pero eran las cosas no enlistadas las que me preocupaban más. Encontré inquietante la localidad de la marca de nacimiento de Joel y estaba asustada por el incidente en mi ventada la noche anterior. No estaba completamente segura de que Joel me estaba espiando, pero no podía ignorar la coincidencia de que estaba casi segura de que vi a alguien mirando por mi ventana solo horas después de que me encontré con él.
El pensar que Joel me está espiando, me provocó alcanzar el interior del compartimiento delantero de mi mochila, sacar dos píldoras de hierro de la botella y tragármelas enteras. Por un momento se quedaron atoradas en mi garganta, pero luego lograron bajar.
Por el rabillo del ojo, caché a Joel arqueando sus cejas.
Consideré explicar que soy anémica y que tengo que tomar hierro varias veces al día, especialmente cuando estoy bajo estrés, pero luego decidí no decir nada. La anemia no era una amenaza contra mi vida... siempre y cuando tomara hierro regularmente. No estaba paranoica hasta al punto de pensar que Joel querría hacerme daño, pero de alguna manera, sentía que era mejor guardar en secreto mi vulnerable condición médica.
"¿___?" El entrenador se detuvo en el frente del salón, con su mano extendida en un gesto que mostraba que estaba esperando por algo- mi respuesta. Un suave incendio se abrió camino hasta mis mejillas.
"¿Podría repetir la pregunta?" Pregunté.
La clase rió.
"¿Qué cualidades te atraen en una potencial pareja?" Dijo el entrenador, con un poco de irritación.
"¿Una potencial pareja?"
"Vamos, que no tenemos toda la tarde."
Podía escuchar a Dry riendo tras de mí.
Mi garganta pareció estrecharse. "¿Quieres que mencione las características de...?"
"De una posible pareja, sí, eso ayudaría bastante."
Sin proponérmelo, miré a Joel de soslayo. Él estaba recostado en su silla, estudiándome con satisfacción. Luego mostró una de sus sonrisas piratas y me dijo por lo bajo, Estamos esperando.
Yo puse mis manos sobre la mesa, esperando lucir con más compostura de la que en realidad sentía. "Nunca he pensado sobre ello."
"Bueno, pues piensa rápido."
"¿Podrías preguntarle a otro primero?"
El entrenador señaló con impaciencia a mi izquierda. "Tu turno, Joel."
Contrario a mí, Joel habló con seguridad, posicionó su cuerpo de una manera que quedaba levemente inclinado hacia mí y nuestras rodillas estaban a solos pulgadas de distancia.
"Inteligente. Atractiva. Vulnerable."
El entrenador estaba ocupado escribiendo los adjetivos en la pizarra. "¿Vulnerable?" Preguntó. "¿Cómo así?"
Dry habló. "¿Esto tiene algo que ver con lo que estamos estudiando? Porque en el libro no aparece nada sobre las características deseadas en una pareja."
El entrenador dejó de escribir y miró sobre sus hombros. "Todo animal en el planeta atrae a la pareja con el propósito de reproducirse. Los sapos inflaman sus cuerpos. Los gorilas machos golpean su pecho. ¿Alguna vez has visto a una langosta macho levantarse en las puntas de sus patas y chasquear sus pinzas, para llamar la atención de la hembra? Atracción es el primer elemento de toda la reproducción animal, incluyendo a los humanos. ¿Por qué no nos das tu lista, señorita Martinez?"