En cuanto sale del estudio voy tras ella. La comienzo a seguir por las calles. Veo que se dirige a un pequeño parque, sigo caminando tratando de que no me vea. Por alguna razón quiero sorprenderla. En eso está mi pensamiento, hasta que veo como sus manos cubren los ojos de un joven rubio. Me siento molesto y al mismo tiempo curioso acerca de su relación así que los sigo toda la tarde. El la lleva a su hotel. Veo como acaricia su rostro y ella le da un beso.
La molestia se acrecenta así que respiro profundamente y me tranquilizo. ella solo es mi modelo. No puedo estar pensando en ella, en sus hermosos ojos tormentosos, en sus labios de cereza, su cabello de oro o ese perfecto cuerpo que invita al pecado.
Sonrío de lado. Me vuelve loco su preferencia, es mi musa, la quiero solo para mi.
***Chloe***
No puedo creerlo, esto fue casi una cita. Mi corazón se acelera. apesar de los años, no he dejado de estar enamorada de Adrien y aunque se muy bien que a él no le intereso, una parte de mi se emociona por lo ocurrido recién. Voy a la cama feliz y me quedo dormida con el recuerdo de su sonrisa.
A la mañana siguiente voy a clases pero él no está ahí. Me dirijo al Atelier, y Serge se encuentra esperándome. Me mira de forma despectiva y sin decir una sola palabra entra al estudio. Eso me molesta ¿Que hice para ser tratada de esta manera? Como sea trato de llamar su atención pero parece que me está ignorando. Las horas pasan y ya empieza a obscurecer. Es hora de irme. Veo como el se dispone a salir, mi cuerpo reacciona y lo sigue. Una vez fuera, porfin lo confronto.
-¿Que es lo que te pasa?- grito furiosa. Su mirada me da escalofríos, poco a poco empieza a acortar la distancia entre nosotros y bloquea cualquier forma de escapar. -no me gusta- lo miro sorprendida -¡no me gusta que estés con él!- grita con el ceño fruncido. Mi corazón se acelera, la distancia que nos separa es muy corta. No puedo apartar la vista de sus labios, me acaricia el rostro y me roba un beso que poco a poco se vuelve demandante y frenético. Nos separamos, nuestras respiraciones se encuentran aceleradas y me mira a los ojos. Sus intensos zafiros me vuelven loca y su voz ronca me saca de mis pensamientos -quiero que seas mía- declara con firmeza. Me encuentro tan nerviosa que solo atino a asentir con la cabeza. Sus brazos me rodean y un calor invade mi pecho.
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-quiero ser tuya- digo casi en un susurro. Con delicadeza toma mi mano, me lleva a su auto y sin decir nada me deja en el hotel.
¿Qué acaba de pasar? Mi mente es un caos, todo me da vueltas, ¿Cómo es que me dejé llevar por él?. Me recuesto en mi cama y revivo ese beso en mi mente mientras mis dedos acarician con suavidad mis labios. Mi celular suena pero yo lo ignoro. En estos momentos soy sólo suya.
Por fin tomó el teléfono, las llamadas son de Adrien. Por un momento me siento tentada a marcarle para saber que pasa, pero las palabras de Serge resuenan en mi cabeza. Sonrío y realizo la llamada, me encuentro hecha un manojo de nervios, siento la necesidad de colgar. Pero es demasiado tarde. Una voz profunda al otro lado de la línea se hace presente.
-no puedo creer que ya me estés extrañando Mon coeur- me sonrojo, pero con decisión contesto -claro que no, solo me preguntaba si regresaste a tu casa o al Atelier- su suave risa se escucha por el altavoz -mon petit minou mignon, no es necesario que inventes excusas. Si quieres hablar conmigo solo hazlo- ahora quien ríe soy yo -bueno tienes razón me atrapaste. Así que cuéntame ¿Cual es tu sueño?- mi pregunta al parecer lo sorprende, con una voz suave me cuenta sus aspiraciones -quiero ser el mejor diseñador de París, quiero crear obras de arte tan magníficas que quien las vea sienta en su corazón todo el amor que se cada prenda lleva. Todo lo que representan para mí, mis sentimientos, mis aspiraciones, la pasión con la que doy vida a cada trozo de tela. Para mí diseñar ropa es como respirar, es algo que hago desde que tengo memoria. Es mi vida.- sin darme cuenta pequeñas lágrimas caen por mis mejillas, sus palabras me conmueven. Jamás conocí a alguien tan apasionado y decidido. Sigo escuchandolo y poco a poco me va envolviendo en su sueño. Al finalizar la llamada me doy cuenta de algo. Yo también quiero verlo cumplir su meta, y una pregunta se instala en mi ¿Que es lo que de verdad me apasiona? ¿Algún día yo también podré sentir mi corazón latir con tanta pasión como el suyo? No lo sé, lo único de lo que soy consciente es que voy a hacer hasta lo imposible por verlo triunfar.
