you'd better change now.

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***Chloe***

No puedo esperar a llegar al estudio. Mi corazón late con fuerza y me encuentro emocionada. Una mano toca mi hombro, asustada volteo y soy recibida por la sonrisa de Giselle -¿Brigitte? ¿Que estás haciendo aquí?¿No deberías estar en la escuela?- nerviosa respondo -yo... Yo he decidido dejar la escuela.- -¿Porque? ¿Ocurrió algo?- su mirada preocupada me conmueve pero con una sonrisa niego -quiero hacer todo lo posible para hacer realidad sus sueños, y quisiera poder ayudarlos con lo que necesiten- sus ojos brillan como si hubiera dicho las palabras mágicas.

Me arrastra con ella al Atelier -esto es excelente, nos hacen falta manos. Nos quedan 2 meses y aún nos falta encontrar la tela indicada para el vestido principal- se puede escuchar la preocupación en su voz -Serge es demasiado exigente, nada lo convence- me enseña una tela preciosa -por ejemplo, está. La tela está bien pero... Él quiere que la bordemos y agreguemos brillantes a la tela. ¡Cómo si eso fuera tan fácil! A demás todavía tenemos mucho  que cortar y coser- se ve totalmente frustrada -yo puedo hacerlo- digo con timidez su mirada es de sorpresa pero rápidamente cambia a una de gratitud -¿Lo dices enserio?- sus brazos me rodean con fuerza. -Sí, eres la mejor. Oíste Max, Brigitte nos va a ayudar- de entre un montón de telas y retazos sale Máxime, con el cabello revuelto, ojeras bajo los ojos y un rostro que sólo refleja estrés. -¿Estás bien?- pregunto algo preocupada por su estado, no dice nada. Giselle y yo nos miramos confundidas y sin previo aviso Máxime cae al suelo. Corremos a ver qué ocurre pero unos fuertes ronquidos nos tranquilizan. Nos reímos un poco por la situación, tomó la tela que Giselle me mostró y me siento a su lado. Ella me enseña con paciencia cómo debo trabajar pues la verdad no soy tan buena pero me esfuerzo y con un patrón que me muestra empiezo a coser. No veo rastro alguno de Serge. El reloj sigue su curso y las horas pasan, el cielo se obscurece y mis esperanzas de verlo desaparecen. Es momento de regresar a casa y aunque salgo con una sonrisa por lo que pude hacer hoy, un sentimiento de vacío se acurruca en mi pecho.

Mi teléfono suena, es Adrien. No tengo ganas de hablar con él así que ignoro si llamada. Tomo un taxi y regreso a casa, tenía tantas ganas de ver a mi novio hoy, pero no sé presentó en todo el día, ni siquiera un mensaje. Me dirijo a mi habitación, me envuelvo entre las suaves cobijas de mi cama y me pierdo entre sueños. Talvez mañana lo pueda ver. 

 

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lonely in gorgeousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora