~La hermana perfecta~

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Salí de la habitación de Irene y me dirigí a la de Isabelle, mi hermana más pequeña, que era la que estaba al lado. Entré y cerré la puerta después. Me acerqué sigilosa a su pequeña cama y ahí estaba dormidita en su perfecta habitación rosa con las paredes decoradas con pequeñas notas musicales y ágiles bailarinas con tutús de un rosa pálido. Me agaché cuidadosamente para para no despertarla y le di un beso en su mejilla. Mi pequeña monstruito, que así la llamaba yo, se movió y rápidamente me eche hacia atrás para no terminar de despertarla.

Salí y volví a cerrar la puerta. Una vez abandonada la habitación de "la  princesita de la casa" pasé de nuevo por la habitación de Irene, que estaba escuchando música y saltando. Reí y fui a mi habitación. Cerré la puerta y cogí mi ordenador. Abrí nuevas ventanas con Facebook, YouTube y alguna otra. Puse música y miré el chat de Facebook. Había varias personas conectadas pero nadie con quien quisiera hablar. Así que, no encontrando a mi mejor amiga conectada, cogí mi móvil y abrí la aplicación WhatsApp. 

Busqué el contacto de Sara y lo pulsé. Enseguida comencé una conversación entre nosotras. 

·Sar! 

·Hel bonita, dime

·Pues nada, que te tengo que decir una cosa.

·A ver, cuéntame. Ha pasado algo?

·Nada grave, no te preocupes.

 ·Entonces?

·Prefiero contartelo en persona.

·Vale , en 40 minutos donde siempre?

·Perfecto, ahí estaré. 

·Y yo esperándote 

·Jajajaja, que razón. Llama a a Ann, Clara y Sandra

·Vale. Hasta luego, te quiero.

·Adiós, y yo.

 

Cerré la conversación después de mirar todos los mensajes que tenía. Todos sobre fiestas, ya saldría después, si me ponía ahora a salir de los grupos iba a llegar tardísimo a donde Sara y las demás.  

Abrí el mi grande armario y miré por encima.  Cogí una camiseta blanca con letras grises, mis shorts vaqueros y unas vans a juego con el tono azul de los vaqueros. Lo dejé todo sobre la cama y después abrí el primer cajón de una cómoda que me llegaba por la cintura y cogí un conjunto de ropa interior. Me adentré en el baño y dejé mi ropa interior en el lavabo. Me quité la ropa que tenía de andar en casa y me deshice la coleta. Extendí la alfombrilla que solía poner para que al salir no  empapara todo el baño y me metí en la ducha. Abrí el grifo y comencé a lavarme el cuerpo.

***

Al acabar de ducharme, escuché el llanto de Isa pero no pude hacer nada así que salí y me enrosqué en una toalla. Me puse otra en el pelo en modo de turbante y me comencé a echarme crema hidratante por las piernas y los brazos, para después seguir con la cara. Me sequé bien con la toalla blanca y me puse la ropa interior. Cuando acabé de hacer esto me di cuenta de que Isa ya no lloraba. Dejé la toalla extendida en su sitio y volví a mi cuarto, miré el reloj; aun tenía veinte minutos por delante. Me vestí  y corriendo me hice un moño, me lave los dientes, cogí un poco de dinero junto con el móvil, las llaves de casa y fui a la habitación de Isa. 

No estaba, Isa no estaba. Pensé que estaría abajo así que bajé y lo que me encontré fue a Irene con Isa sentadas en el sofá viendo la tele. Una musiquita conocida comenzó a sonar,  cual Isa intentaba tararear.

- ¿Ya estás otra vez con Hora de aventuras

- Si, ¿algún problema?

- Que no sé cómo te puede gustar eso - Dije mientras me acercaba a la cocina en busca de mi madre.

- Si hasta a Isa le gusta, ¿a que sí? - Le preguntó.

-Si- Dijo Isa mientras reía y aplaudía.

- En fin, si luego sale tan rara como tú que mamá no me culpe a mi. - Comenté mientras cogía a la princesita en alto.

- Anda que tienes la gracia en el culo, tía. - Dijo Irene mientras bajaba un poco el volumen.

- Si eh, ¿dónde está mamá? - Pregunté cambiando de tema.

- Ha ido a hacer unas compras. ¿Vas a salir? -Preguntó al ver que me había vestido con ropa de calle.

- Si, he quedado con Sara, Sandra, Clara y Ann. -Asintió -Por cierto, ¿por qué lloraba Isa?

- Porque la has encerrado en su habitación y la pobre no podía salir.- Dijo - Menos mal que he aparecido yo y la he salvado - Se hizo la heroína. - Pobre Isa, tener una hermana que te deja encerrada no debe sentar muy bien, yo creo. Pero menos mal que tiene dos hermanas, que me tiene a mi, la hermana perfecta, porque si no la pobre...

- Si, ya. Más quisieras guapa. - Dije acercándome de nuevo al sofá para dejar a Isa - 

Me despedí de las chicas después de dejar una nota a mi madre diciéndole que había quedado y que no llegaría tarde. Tenía cinco minutos para llegar a mi destino. Salí de casa, abrí el garaje y saqué mi bici. Cerré la puerta del garaje y me alejé pedaleando de mi casa.

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Buueno, aqui el capítulo dos, ya sabéis, comentad, votad etc,..

Gracias por leerme <3

El verano de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora