A jar of bread and lyrics to the sun

Una jarra de pan y una canción al sol. Parte III

  "No todos los milagros son inmediatos, algunos suceden lentamente." 
―   Luis Davila.

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iii. the value of miracles

POV BAEKHYUN

Estaba sintiendo como mi corazón estaba a punto de salir de mi propio pecho. Sentado abrazado a mis rodillas en medio del comedor observe aguantando mi entusiasmo como los últimos rayos anaranjados de sol, que penetraban en la sala, se desvanecian hasta desaparecer. Y después eran sustituidos por las luces artificiales de las farolas. 

Entonces yo me levantaba y de acto reflejo mi perro sunny se incorporaba del sofá alzando la cabeza y mirándome curioso. Sunny era un corgi de cinco años de edad, fue una especie de regalo después de la noticia. Supongo que era lo único que podían hacer mis padres por mi en ese momento, puede que fuera un acto para evitar ser odiados, para sentirse menos culpables por haber engendrado una bomba de relojería que cuando el tiempo llegará a cero haría 'boom!' y desaparecería.

Sunny es una especie de regalo que me avisa que cada día que pasa estoy más cerca de la muerte.

''No Sunny,'' me acerqué para acariciarle la cabeza y ver como cerraba los ojos de placer. ''No puedes venir ahora a la calle conmigo.'' Sunny abrió los ojos y ladeo su cabeza a un lado como si no entendiera lo que estaba diciendo , lo cual era normal.

Viendo que el reloj marcaba las nueve pasadas de la noche corrí hacía mi habitación escaleras arriba. Me acerqué a mi escritorio y cogí mi cuaderno de anotaciones para de nuevo salir disparado a la primera planta de la casa. No hacía falta que le dejara notas a mamá, después de todo ella sabía a la perfección dónde estaría.

Así que sin pensárselo dos veces abrí la puerta de la entrada y salí al exterior.

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Cerca de hongki university hay un precioso parque en cuyo centro hay una fuente. Ahí varios jóvenes siempre se sientan y tocan sus instrumentos musicales. Es ya una especie de rutina venir aquí a las noches escuchando sus composiciones. Me gusta caminar por ahí, pero mi destino es completamente diferente. Camino calle abajo encontrándome con calles cada vez más estrechas, carteles de pubs y restaurantes brillantes y personas fumando en la calle en la penumbra.

Al final están los grandes almacenes siempre cerrados al público a partir de las nueve de la noche. Lo único que queda de ese desierto son las marcas de gasolina en el asfalto y máquinas desconectadas. Una vez llego al último almacén ahí vislumbro mi lugar. En una colina que no muchos conocen se alzan tres carteles publicitarios que no anuncian absolutamente nada y bajo ellos siempre me siento cruzado de piernas viendo las luces brillar de los almacenes y de algunos de los pisos más altos de la ciudad.

Entonces abro mi cuaderno de notas:

EL DESCENDIENTE DEL SOL

Ese era el título de la obra en la que estaba trabajando. Contaba la historia de un chico que estaba viajando para conocer su verdadera identidad, en el camino se encuentra con diferentes criaturas mágicas y descubre que el mundo en el que vive está maldito. Es un mundo donde la luz está prohibida y el sol se les ha sido arrebatado. Sin embargo, en el momento en el que conoce a su alma gemela, un principe que abandonó su reino para convertirse en guerrero el joven comienza a recordar su pasado. Él no es un chico normal. Él es un descendiente del Sol. Un Dios. Y él único que puede restaurar la paz en el mundo y devolver la luz a la vida de todos los habitantes.