Una jarra de pan y una canción al sol. Parte vii

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Siempre que pueda te voy a regalar una sonrisa. 

 ― Park Chanyeol.

 ― Park Chanyeol

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POV BAEKHYUN

Odio el verano. Siempre lo he repudiado. El calor, los días más largos y la risa de los niños que se escuchaban al otro lado de mi jaula. 


Yo quiero reir como esos niños.


''Mamá, ¿cuándo voy a poder salir a jugar?'' pregunté una vez a mis 13 años. Mi madre estaba cocinando con las persianas bajadas y los ventiladores encendidos. Ella se giró y me sonrió, no esa clase de sonrisa para alegrar a otra persona o porque uno está feliz sino esa clase de sonrisa para evitar problemas.

''A las 22:00 cielo, cuando el sol ya no esté,'' fueron sus palabras sin dejar de forzar esa sonrisa.

''¿Podremos ir a la playa a esa hora? Me gustaría ir...''

''No podemos cariño, juega por el vecindario,'' concluyó estirando la mano para acariciarme la cabeza pero al segundo de casi hacerlo se detuvo, me miró fijamente y retiró la mano de nuevo forzando una sonrisa. ''Enseguida estará la comida, ve a jugar a tu cuarto mientras tanto.''


Me siento como si fuera de cristal.


Mis ojos se abrieron despacio, mi cuerpo estaba sudado y escuchaba el sonido de los vehículos al otro lado de la ventana, está estaba un poco abierta pero las cortinas oscuras impedían que entrara mucha iluminación.

''Buenos días bello durmiente,'' la característica voz de Jongdae me espabiló. Me incorporé un poco y observe a mi mejor amigo sentado en una silla al lado de la camilla pelando manzanas. ''Es sábado, ya sabes,'' comenzó sonriendo. ''El mercadillo estaba lleno de frutas y las manzanas simplemente estaban tan rojas y brillantes que pensé que te apetecería comer una,'' alzó la cabeza y me miró. Sus ojos estaban cansados, un color a madera oscura y bolsas de ojeras comenzaban a ser cada vez más llamativas bajo sus ojos.

''Gracias,'' le dije. Sabía que tendría que hacer apetito porque desde que ingrese he estado conectado a varias bolsas de suero, pero por fin puedo comer frutas o algún snack, pero simplemente no tengo fuerzas ni para tener hambre. ''¿Qué hora es?'' pregunté desviando la conversación.

''Las 15:30... hace mucho calor,'' susurro Jongdae. Supongo que tenía razón, a pesar de que la habitación estaba oscura mi cuerpo se sentía pegajoso. ''He hablado con las enfermeras y puede que luego más tarde  cuando el sol este más bajo podamos ir a la parte trasera del hospital donde da la sombra.''

A jar of bread and lyrics to the sunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora