La cumbre de los Tres Anillos

Salvación

Capitulo 2

Mike despertó, adolorido y con la camisa impregnada en su propia sangre. Trato de incorporarse, pero cayo de forma brusca al suelo nuevamente; tenía una pierna encadena a la pared.

-“Genial”- Pensó Mike, apesadumbrado y pensando en su padre; probablemente lo estaría buscando por toda la ciudad, preocupado al saber que no se encontraba en su dormitorio.

Estaba en unos de los calabozos de la comisaria, podía ver por una rendija en la pared, como los pueblerinos de Starm  transcurrían a sus tareas matutinas. A su lado, se hallaba el cadáver de un desconocido; por un momento pensó que era el ladrón de la noche anterior, pero, se percató de que era unos de los traficantes de la zona. Lo supo por la forma en que vestía: Una túnica oscura, el cual ocultaba cualquier zona de su cuerpo, incluso, llevaba guantes para no exponer sus dedos a los ojos de las demás personas.

Mike sonrió de forma triste ante la trágica situación: Culpado de asesinato; intento de secuestro e herejía...  Era una injusticia en todo sentido. Solo buscaba hacer el bien y termino embargado, en lo que sería, su inminente ejecución. En este momento, odio más que nunca la corrupción que existía en Starm.  Moriría, visto ante los ojos del pueblo… Se le formo un nudo a la garganta al pensar en su padre; su padre… su padre lo vera como un  delincuente. La única persona que le apreciaba en este mundo… no quiso pensar en lo mal que se sentiría cuando supiera todo. Cuando supiera algo que no era cierto, pero algo de lo cual no podía defenderse…  No tenía ninguna prueba de lo sucedido la noche anterior. Ninguna. Solo le quedaba aceptar su destino, y morir con honor.

Ya había comenzado aceptar lo que estaba por suceder.

Las puerta del calabozo se abrieron de forma brusca, Mike aparto la vista, la claridad que había fuera le  hacía doler los ojos. Sintió como  alguien se agachaba a su lado, quitándole la cadena y obligándole a levantar. Mike, empezó a caminar de forma tosca; impulsado por los incesantes golpeteos detrás de él, lo encaminaban a su juicio final.  

Las ejecuciones eran dadas en la plaza del pueblo, a la vista de todas las personas curiosas, que se acercaban a vislumbrar lo sucedido. Aunque no había nada de ilícito en salvarle la vida a una chica… Aunque Mike tuvo que reconocer que la circunstancia fue bastante extraña. ¿Quién era el presunto brujo que le había ayudado? ¿Por qué se desvaneció sin más?  ¿Volvería a verlo antes de ser ejecutado? Lamentablemente para Mike el tiempo estaba contado. A cada paso sentía como su vida se acortaba bruscamente, era el final; su final. Ya nada podía hacer.  Estaba a poco metros del lugar donde reposaba su verdugo: Le cercenarían la cabeza, seria decapitado.

 -“Una muerte limpia y rápida”-Pensó Mike, tratando de consolarse a sí mismo de su angustia.

Contemplo el cielo por ultima vez: Había un clima tempestuoso, probablemente llovería muy pronto. Era como… Como si el día estuviera de luto ante la injusticia que estaba por suceder. Sintió como sus sentidos se agudizaban, podía escuchar el murmullos de las personas a su alrededor, hablando de lo que había hecho. Los rumores circulaban ya, probablemente su padre ya se había enterado; un escalofrió recorrió su cuerpo al pensar ello.

-Mike Mason-Dijo una voz ya conocida, era el mismo guardia que le había roto la nariz la noche anterior.-Eres acusado por los siguientes cargos: Agresión a un civil; Asesinato; Uso de la magia oscura; Herejía; Intento de secuestro y lo más importante: Quebraste el juramento de los guardianes  al cometer estos crímenes-Lo miro a los ojos y formulo la pregunta final: ¿Cómo te declaras?

Mike no contesto, pero le sostuvo la mirada con fiereza. No le daría el placer de verle suplicar clemencia, claro que no… moriría con honor.

Un grito a lo lejos hizo que todos los presentes en la plaza voltearan a mirar; era su padre.

-¡MIKE!... ¡Mike!-Gritaba su padre, abriéndose paso entre la multitud.

-Sáquenlo de aquí, chicos-Dijo uno de los  guardias más cercano.

Tomaron a su padre en brazos y lo llevaron fuera de la plaza, mientras él se resistía, aun proclamando el nombre de su  hijo con benevolencia. Mike bajo la mirada, y cerro los ojos, mientras le ponían una capucha en su cabeza. Estaba listo para morir.

Lo obligaron a  agacharse, y apoyar su cabeza en el marco de madera en el cual seria decapitado. Mike escucho el hacha blandirse en el aire, y cerró los ojos (aunque no veía nada) a la espera de ser ejecutado.

Mike no comprendió lo que sucedió a continuación: El hacha caía, creando un ruido abrupto en el piso; podía escuchar a la multitud gritar. Algo había sucedido,  pero no podía ver el qué.

-¡Matadle!-Grito alguien que estaba cerca de Mike. ¿A quién ordenaban a asesinar? ¿Acaso alguien se había presentado a salvarle la vida?... ¿Podría ser la misma persona que le ayudo ayer? esperaba Mike, con todas sus esperanza, que así fuera.

Escucho el impacto de varios cuerpos contra el suelo, y sintió una mano que se apoyaba en su hombro, apretándola y haciéndole daño.

De pronto, sintió que flotaba y que el aire le faltaba… Sentía que estaba atrapado en una esfera. Todo se  tornó silencioso, y sintió que el ambiente a su alrededor había cambiado.

Le quitaron la capucha, y borrosamente vio a alguien parado frente a él.

-Por poco y no llego a tiempo, colega-Dijo el sujeto frente a él. Desato sus manos con una daga, y Mike se incorporó de forma brusca ante el desconocido.

-Eh… Eh, tranquilo-Dijo el desconocido subiendo sus manos, mostrando que ya no tenía nada.-No te hare daño, cálmate-Sonrió y lo observo fijamente. Mike lo reconoció, esa ropa… Era la misma persona que lo había ayudado la noche anterior. El brujo. El responsable del asesinato de ese Ladrón.

-Tú…-Dijo Mike con voz débil.

-No soy tu enemigo, Mike-Respondió.-Mi nombre es Lucas y te he salvado la vida; si te quisiera muerto hubiese dejado que ese verdugo hiciera el trabajo sucio-Dijo, mientras se sentaba a su lado. Señalo una silla junto a él, invitándole a sentarse.

Mike, al saber que no estaba en peligro, se sentó.

-¿Por qué… Por qué me salvaste la vida?-Pregunto Mike, con voz aún más débil. Estaba adolorido y hambriento.

-Tomate esto-Respondió Lucas, ignorando su pregunta.-Te hará sanar con más rapidez… Y toma, come algo o te desmayaras aquí mismo.-Le paso un plato relleno de pan y trozos de carne.

Mike se tomó la infusión rápidamente, y comenzó a comer desesperadamente; estaba muy hambriento.

-Aun no respondes mi pregunta-Prosiguió.

-Te salve la vida porque te necesitamos-Dijo Lucas, mirándole con interés.

-¿”Necesitamos”? ¿Quiénes?-

-No soy el adecuado para responderte ello-

Mike bufo, aunque luego miro fijamente a su salvador y vislumbro un tatuaje en su antebrazo derecho. Era una cruz la cual tenía envuelta una serpiente.

Se disponía a volver a hablar, pero Lucas se adelantó  y dijo:

-Responderé a tus preguntas más tarde, ahora descansa; tengo que salir a enviar un mensaje-Se levantó y salió por la puerta. Mike no se había percatado que se encontraba en una habitación bastante agradable, una chimenea  reposaba junto a la mesa donde comía, y una tentadora cama se hallaba a  su lado; en ella había doblada unas prendas de ropa limpia. Mike apuro su comida, y se cambió su ropa manchada por la limpia que había encima de la cama.

Se lanzó  en la cama, y poco a poco comenzó a sentirse somnoliento… Durmiéndose lentamente, hasta que finalmente, se durmió.