Soul|| La hija de Clint Barton

1

Seis años después

-¡Kailani, apúrate o llegarás tarde a tu primer día de escuela!-grito Laura desde el piso de abajo

-ya voy-respondió la niña terminando de cepillar su cabello, hoy era un día demasiado emocionante para ella, después de doce años de ser educada en casa, por fin, iría a la escuela

Bajó al comedor donde su madre ponía un gran desayuno como si esperaran a un ejército para la comida.

-¿Nerviosa por tu primer día?-preguntó su madre poniendo unas tostadas en donde Kailani se sentó

-no sé si estoy nerviosa por la escuela, o porque conviviré con niños que no son iguales a mi-contesto Kailani antes de darle una mordida a su desayuno

-tú eres igual de normal que ellos hija-dijo Laura tomando la mano de Kailani

-¿Desde cuando volar y tener súper velocidad es ser normal? Cuando se enteren de lo que soy, me molestaran y se burlaran de mi, seré el monstruo de la escuela-dijo Kailani algo desanimada

-oye-Laura alzó el mentón de Kailani-esta bien, tú no eres normal, y eso te hace especial ¿Sabes por que?-la niña negó con la cabeza-por que nadie tiene esos talentos que tú tienes, nunca te sientas menos por eso

-gracias mamá-dijo Kailani dándole una media sonrisa

-ahora apúrate que llegaremos tarde-la pelirroja tomó su tostada y le dio varias mordidas y luego subió a su cuarto para terminar de arreglarse

Después de lavarse los dientes y guardar lo que le faltaba en su mochila, bajó hacia el estacionamiento donde ya la esperaba su madre en el auto.

-creo que no es necesario repetirte las reglas ¿Verdad?-preguntó Laura cuando Kailani entró al auto

-no muestres tus poderes en público y no intentes salvar al mundo-repitió lo que llevaba escuchando desde hace seis años

Finalmente encendió el auto y comenzaron a avanzar hacia la secundaria. El camino fue silencioso, por obvias razones, Kailani tenía nervios por el primer día, se imaginaba mil y un escenarios en los que la molestaban de diferentes formas, y todos terminaban en lo mismo... utilizaba sus poderes para defenderse.

-bien, llegamos-anuncio Laura, y Kailani miró hacía la derecha, y ahí estaba la secundaria Hills-tienes que ir con el director por tus libros y tu horario de clases

-gracias mamá, nos vemos en la tarde-se despidió de Laura y salió de la camioneta para entrar a la escuela

Comenzó a buscar la oficina del director, pero como la escuela era demasiado grande y era la primera vez que estaba ahí, no tenía idea donde podría estar.

-¿Qué no hay aquí un mapa con indicaciones?-Kailani alzó los brazos fastidiada por no encontrar la mencionada oficina-si no la encuentro en cinco minutos, me largo de aquí

Después de dar vueltas por otros diez minutos, al llegar al final del pasillo del primer piso, encontró una puerta que tenía un grabado en color dorado que decía "Dirección"

-¡Al fin!-dijo Kailani antes de tocar la puerta dos veces y esperar a que le contestaran

-adelante-se escuchó desde el otro lado de la puerta y cuando la niña entró, se encontró un escritorio y el director detrás de este-tú debes de ser Kailani, que gusto tenerte en nuestra escuela

-gracias-Kailani se sentó en las sillas que había frente a él

-bueno, aquí están tus libros-señaló una mesa donde estaba un paquete de libros-y aquí está tu horario con tus salones-le dio una hoja donde estaba todas las indicaciones que necesitaba

Antes de que pudiera decir algo una alarma comenzó a sonar dentro de la escuela alertando a ambos.

-¿Pero que demonios está pasando?-se levantó de su silla y salió al pasillo, los gritos no tardaron en hacerse presentes, por la ventana de la dirección se veían a todos los alumnos bajando asustados hacia la salida

De repente, Kailani sintió un calosfrio en la parte baja de la espalda, como si algo dentro de ella le informara que algo malo estaba pasando, al principio lo que ella pensaba hacer era tomar sus cosas e irse directo a casa como su madre le había dicho, pero ella en el fondo sabía que no podía hacer eso.

-lo siento mamá, es mi deber salvarlos-escondió su mochila en la oficina del director y salió de ahí para ir hacia donde provenían los gritos