He estado luchando durante un largo camino,
Sin ganas de continuar, no he comido ni bebido.
Voy a cazar, así que perdona si te toca a ti,
A veces soy una bestia para controlar muy difícil.
Quisiera apreciar la felicidad de la inocencia,
Borrada desde hace tiempo por ríos de lágrimas.
Una infancia escuchando demasiado a mi conciencia,
Pretendiendo ser adulto, queriendo pasar las páginas
Tan rápido que ahora quisiera releerlas,
Mas están selladas bajo el sepulcro de épocas pasadas.
Mi adolescencia, la más retorcida de las montañas rusas,
Con un viento soplando contra mí, haciendo volar rosas,
Margaritas, lirios, tulipanes y dalias;
Tacones de cristal en la cuerda floja
Mientras trato de acabar con mis demonios,
Las flores echan raíces en mis huesos.
¿Estamos todos vacíos por dentro?
¿Puede la desesperación llenar este espacio?
Abultan más la pena y el dolor,
Que toneladas de alegría y felicidad.
¿Quién eres tú, la ansiedad?
A estas alturas, no puedo rebobinar,
Cultivando una dalia roja por ti,
No sé por qué, si se va a morir.
Plantada sobre tierra solitaria,
Pareces empeñado de enterrarla en sal.
Sigo luchando con cuidado, mandrágora
Que cuida de mí en el combate.
Trato de llevarte lejos, apartarte,
Fuera de esta mierda, al ágora,
Una reunión de desconocimiento fuera,
De esta guerra que en mí se libra.
Un jardín de campo de batalla,
Lleno de flores, tú eras la más bella;
Margaritas, lirios, tulipanes y dalias,
Rosas negras con espinas dolorosas,
Para complacer a cada bando.
¿Qué importa quién disparó primero?
Créeme cuando te digo que lo intento,
Ahora solo te puedo decir que lo siento,
Mientras trato de acabar con mis demonios,
Las flores echan raíces en mis huesos.
Quizás hoy salga a cazar,
Ya no lo puedo controlar.
Como el arte de amar
Tú no llegas a dominar.
He estado luchando durante un largo camino,
Sin ganas de continuar, no he comido ni bebido.
Veo tu reflejo en los pedazos que voy dejando.
¿Me querrás una vez yo me haya ido?
Ocúpate de cada flor, las traje para ti,
No sé porqué, si se van a morir.
