Por mi cabeza pasaban miles de cosas, una tras otra y todas con el mismo objetivo: Torturarme lentamente y hacerme sentir de las peores personas; me estaban volviendo loca, mataban mi fuerza y ánimo.
Tenía que hacerlo, debía hacerlo ahora mismo o mi conciencia no me dejaría tranquila por el resto de mi vida, incluso si él no lo hacía era mi deber, ya no importaba nada, algo me había dicho que parara, que detuviera esta locura en la que estaba envuelta pero no es hasta ese momento en el que la situación te consume cuando realmente te das cuenta que las malas decisiones pesan, esto es una muestra de ello.
Tomé el sobre junto con las llaves saliendo de mi apartamento, llevando conmigo la culpa, que es como cargar con una cruz en la espalda, una herida en el corazón y un hueco en el alma.
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Las cartas de Alexa
Misterio / SuspensoToda la ciudad ha quedado consternada tras el asesinato de la periodista Alexandra Arabelo, conocida por su trabajo en el canal de noticias internacionales Hora0. El dolor de su pérdida ha llegado al corazón de todo un país cuyos habitantes se pregu...