Me levanté a las 6 am; tenía que bañarme, desayunar, elegir que atuendo vestir, preparar mi solicitud y también pensar que contestería a cada posible pregunta.
Estaba muy nerviosa por fin tenía una oportunidad para cumplir mi sueño y no la iba a desaprovechar.
-Ya me vooooy Marco- le grite mientras bajaba las escaleras, él seguía en su habitación.
-¡Suerteeee ____! Acabalos campeona - Escuche a gritar que él me respondió.
Pusé en el GPS la dirección de la empresa, había tráfico, traté de ir rápido pero para mi mal suerte me multaron por exceso de velocidad, ya había pérdido tiempo y no podía permitirme llegar tarde.
Llegué, me metí al estacionamiento, estacione el coche en el primer lugar que encontré. Corrí hacia el elevador pero choque con un torpe que se atraveso en mi camino tirando mi bolso y saliendose de el todas mis pertenencias. No era mi día.
-¿Qué te pasa? Ten más cuidado- le decía molesta mientras recogía mis cosas
-Fijate tú, tú eras la que iba corriendo y no se fijo. Bueno, te ayudo
Mi sorpresa fue al ver que este era un chico como de 23 años, su tonalidad de piel era blanca, tenía unos ojos azules claros, eran hermosos. Su cabello, castaño y un poco despeinado pero se veía muy bien.
-Gracias- respondí avergonzada por como le había hablado
-No te preocupes, ¿por qué llevas tanta prisa?
-Cierto llevo prisa, adiós.- por quedarme como tonta viendolo había olvidado que se me hacía tarde para mo entrevista así que corrí hacia el elevador.
-Adiós- me grito él mientras las puertas del elevador se cerraban.
Por Dios que chico tan guapo y su voz, ahhh (suspiro) su voz parece de un dulce ángel, ¿cómo fui tan grosera? En lugar de pedirle disculpas le gritee, si lo veo cuando salga de mi entrevista le pediré disculpas.
Interrumpió mis pensamientos el sonido del ascensor indicando que ya había llegado al piso que había marcado, miré la hora y no podía ser ya llevaba 20 minutos de retraso. Llegué con la secretaría y me presente:
-Buenos días señorita soy ____ Torres y vine porque tengo una entrevista con el dueño de esta empresa.
-Sí, deje ver si el señor Tomlinson la puede atender, tomé asiento.
-Muchas gracias.
Espero como 30 minutos sentada y la secretaría no me decía nada... así que fui a ver que pasaba.
-Disculpe, llevo media hora esperando y no puede ser posible que el señor "Tomlinson" no me pueda atender aún.
-Perdón señorita ____ pero él señor Tomlinson está muy ocupado ahora, le preguntaré de nuevo si ya la puede atender
-Sí por favor, si no es mucha molestia
*Por teléfono*
- Señor Tomlinson, la señorita _____ Torres que tiene una entrevista hoy con usted quiere saber si la puede atender.
-No, dile que venga mañana a la misma hora y que la atienda mi hijo Louis que es el que se encarga de eso.
-Si señor Tomlinson, hasta luego.
-Hasta luego.
*Cuelga*
-Señorita _____ el señor Tomlinson me dijo que no puede atenderla hoy que venga mañana a la misma hora y la atenderá su hijo.
-¿Su hijo?
-Sí, el jovén Louis Tomlinson, su oficina está en el 5to piso. Venga mañana a la misma hora y presentese con él, él la entrevistará.
-Muchas gracias y ¿con quién tengo el gusto?
-Soy Alma mucho gusto señorita Torres.
-Gracias por atenderme Alma, bye.
-Bye.
En cuanto me subí al elevador comenzé a lanzar cientos de maldiciones, si no hubiera sido por el maldito tráfico, la multa y ese chico que parecía un ángel no hubiera llegado tarde.
-Estúpido día- gritaba en el elevador.
Llegué al estacionamiento, encendí mi coche y me fui directo a mi casa bueno la de Marco, no tenía ánimo de nada, no había sido un buen día.
*En casa*
-¿Cómo te fue _____?- me pregunto Marco que estaba sentado en el sófa viendo la tv.
-Mal, odio mi vida.
-¿Por? ¿Qué pasó? Ven sientate y cuentame.
Me dirigí hacia donde estaba Marco y le conté todo lo que me había pasado excepto lo del chico.
-Que mal ______ pero por lo menos algo bueno tuvo que ver ¿no?
-Ahora que lo recuerdo sí, cuando iba hacia el elevador tropese con un chico muy lindo, parecía un ángel, era un poco más alto que yo, tes blanca, ojos azules, cabello castaño y tenía una dulce voz.
-Ah, era tu ángel guardian que te salvo de que todo tu día fuera malo.
-Parece ser que sí, estoy cansada iré a dormir ¿vienes?
-Sí, ya es tarde mañana tengo que madrugar para ir a la empresa. Descansa ____ mañana será otro día mejor.
-Descansa Marco- le dije mientras me dirijía a mi habitación