Serie de recopilación de one-shots que escribo, principalmente para el kinktober. Si buscas historias llenas pasión, amor y lujuria con un toque un tanto kink aquí las encontrarás. Amor fuera de lo usual.
-¿Qué tal?- preguntó Steve dándose vuelta. Había estado batallando con el moño de su corbata poco más de diez minutos.
-te ves ridículo- dijo Tony. Acercándose a su esposo para acomodar el corbatín.
-Sabes que esto de las cenas de gala no se me da.
-lo sé. Pero lo del traje... que bien se te da- sentenció apretando las nalgas del Cap entre sus manos y soltando un beso fogoso en el cuello, casi a punto de dejar marca.
Steve reaccionó rápido, lo tomo por los hombros y lo alejó.
-No me provoques Tony. No sé si pueda resistirme, en especial -bajó la voz para murmurar al oído del presente- con lo que hicimos ayer... ah te veías tan bien de encaje.
Ironman se sonrojó y alejo la mirada. Por vez primera lo habían dejado callado.
Esa noche la embajada asgardiana. Si es que se le puede llamar así a la nave gigante varada en medio de los campos de Noruega se le puede llamar embajada. Ofrecería una cena oficial para tratar de firmar un asilo político de su pueblo en Midgard. La invitación había sido enviada por el Rey Thor en persona y por la reina. Que a decir verdad nadie sabía quién era. Algunos paparazzi especularon que sería la científica Jane Foster. Pero los rumores cesaron cuando se le vio destruir la invitación al banquete en plena vía pública. Al parecer esa relación no había acabado del todo bien. Siendo la primera gala ofrecida por el pueblo asgardiano no escatimaron en invitar a las personas más influyentes. Artistas, políticos y por supuesto a los vengadores.
Tony y Steve recién entraban al lugar. La nave en donde habían sido transportados los asgardianos fungía como castillo y fue totalmente remodelada. Era peculiar la combinación, las paredes estaban recubiertas de pintura dorada y los asientos de fina madera daban una apariencia medieval al cuarto, pero ahí frente a todos en un trono de madera algo improvisado se erguía el nuevo rey de Asgard con un smooking ajustado al cuerpo y zapatos relucientes que contrastaban de manera dramática con el entorno y a su lado estaba !¿Loki?!. Así era ni más ni menos. El asiento de la reina era ocupado por Loki. Elegante y varonil como siempre, en un traje con una pulcra camisa blanca y saco largo. Su figura esbelta causó la sorpresa y el disgusto de muchos invitados. Pero contrario a lo que se pensaría en su cara no se mostraba pena ni arrepentimiento, todo lo contrario su boca se torcía en una sonrisa ladina y sarcástica. Los murmullos y cuchicheos no se hicieron esperar, toda la recepción murmuraba acerca de la pareja real.
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-gracias por venir- dijo Thor con voz fuerte para acallar las voces- Mi hermano y yo les damos la bienvenida a nuestro humilde hogar- declaró atrayendo a Loki hacia sí tomándolo posesivamente por la cintura. Este se enredó cual serpiente al cuerpo de su hermano.
- Hermano o no ese es un criminal, asesino y en este planeta se le busca por crímenes mayores.
- De hecho - aclaró el aludido- tengo amnistía política- dijo exhibiendo un anillo dorado en el dedo medio de la mano derecha así que puede meterse sus acusaciones por él...
