Desamor Descomunal

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El invierno es la estación sabia, la armonizadora, en la cual los grandes amores destinados se unen y los falsos se esfuman con las gotas de la lluvia.

Para algunos es un fastidio el frío, pero para mí es mucho más que un simple estorbo.

Es el sentimiento de mi inestabilidad mental en la que irrumpe esa tragedia la cual nunca olvidaré. No sólo lo malo de vacíos recuerdos penetran en mi mente al nombrar ésta estación, sino llegan a mi mente sentimientos de anhelo y deseo por esa persona que lo daba todo por mí y que yo nunca pude amar.

Copo a copo puedo ver mis viejas historias cayendo sobre la escarcha del frío suelo que luego serán pisadas por la próxima persona al pasar.

Esas viejas historias de invierno las cuáles rodearán por mi mente toda mí vida y siempre dejarán en claro mí punto de vista y mis preferencias en ese entonces.

El viento sigue su curso hacia el sur dejando en mi cuerpo una sensación de soledad que nunca se llenará con la presencia de nadie menos la de él.

Esa noche fui muy tonta cómo para perderlo...

Éramos grandes amigos...

Él me amaba...

Yo lo quería...

Por lo que puedo recordar, luego de salir a comer, fuimos a un rosedal lleno de rosas rojas como su pelo carmesí.

Él había comenzado una guerra de nieve y yo se la seguí. Luego de varias bolas de nieve, me caí sobre sus brazos, dejando el clima perfecto para su propuesta... Me tomó de las manos... Se arrodilló... Y de su boca salieron palabras dulces llenas de amor y cariño, terminando con lo que sería un riesgo para mí... Su propuesta de matrimonio.

Yo tenía bien en claro mis sentimientos, los cuales en ese entonces le veían como un amigo, yo creo que por esa razón le dije "no".

Él juntando sus manos, se largó a llorar, me dio una carta junto a una rosa carmín y se fue sin más.

Ahora que leí su carta puedo entender sus pensamientos con respecto a mí, puedo aceptar que el me amó y me declaró su amor esa fría y oscura noche de invierno, pero no puedo aceptar la errónea respuesta que tuve hacia él.

Como lo aclaré al principio, el invierno es la estación en la cuál la gente reflexiona y los amores verdaderos se unen y los falsos se dividen. Pero yo creo que eso iba a ser un amor verdadero que iba a durar todas las estaciones de mí vida y yo no supe asimilar mi corazón en él.

Ahora que mi alma está repleta de sentimientos rotos y vacíos que con el paso del tiempo se congelarán como el agua formando una tenue escarcha sobre las hojas, tendré que conformarme con una carta de despedida y una rosa marchita.

Toda esa emoción y pasión que sentíamos el uno por el otro provocó un derrumbe en nuestra amistad, dejando a la simple vista de una persona como una pareja menos, pero en nuestros corazones una separación provocada por un "desamor descomunal".

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By: ale•marche

(Miembro De La Comunidad)

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