ғʀᴇʏ.

¿ǫᴜɪᴇɴ ᴇs ғʀᴇʏ?

Jueves 07 de enero del 2019.
Viernes 08 de enero del 2019.
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La información que reside en mi interior, en mi mente, automáticamente pasa a formar parte del exterior en el preciso instante en el que la escribo, ya deja de ser inexistente o invisible para el resto del mundo, todos pueden ver el material literalmente o, al menos, pueden enterarse de él, de que existe físicamente.

En otras y pocas palabras: todo lo que escriba inevitablemente estará dirigido a un otro.
Entonces... ¿Por qué no darle un nombre a ese otro?

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Mencionaré y explicaré brevemente algunas cuestiones (desde mi punto de vista, obviamente):

Las personas que se presentan en nuestras vidas llegan en y por un momento determinado, estaciones o etapas. Vienen por alguna razón o hasta incluso "misión", si prefieren llamarlo de una forma más bonita y cuando cumplen su determinada función en nuestras vidas es irremediable que se vayan de nuestro lado y sigan por su propio camino.
Es parte de crecer... el entender que nadie permanecerá a nuestro lado eternamente. Y lo que llamamos "desapego" es cosa fundamental si deseamos tener una vida saludable y feliz. Hay que aprender a soltar, no aferrarse a alguien o algo, dejarlo ir... por más difícil que sea.

Si una persona querida se va de nuestro lado, por ejemplo, aunque haya sido de la peor forma posible, no debería verse solo como un total hecho desafortunado y desalentador. Podríamos dar vuelta la mirada y entonces podríamos observar, de una forma más nítida, todos los momentos compartidos con la persona en cuestión, las experiencias vividas con ella (los buenos y los malos) siempre nos van a dejar algún tipo de enseñanza, algún mensaje. Si o sí vamos a aprender algo y esto se aplica a cualquier tipo de experiencia, así sea alegre o desafortunada... estas últimas especialmente.
Aprender de nuestros propios errores... después de todo, ahora venimos siendo lo que somos gracias a lo que alguna vez fuimos. Todas nuestras decisiones, elecciones, acciones tienen y siempre tendrán consecuencias: buenas o malas, depende de que opción hayamos elegido.
¿Y por qué no también aprender de los errores de los demás? Si alguien se equivoca feo y eso lo lleva a terminar de una manera deplorable... podemos tomar esa decisión como ejemplo seguro de algo que no se debería hacer... para evitar terminar así en algún futuro.

De todas formas, este concepto brevemente planteado, tendrá el lugar y la explicación que se merece en alguna página de más adelante.

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Por el motivo anteriormente dicho, decidí hacer de este espacio mi "Compañero de vida" o, en palabras más cursis, mi "Mejor amigo".
Sé que puede parecer algo muy triste no tener a nadie (alguien real: de carne y hueso que tenga voz y voto propios) con quien compartir nuestras aventuras por y para siempre. Aunque... yo no pienso que sea triste, al fin y al cabo: no es más que la realidad.
Así que (podría decirse) porque la vida es dura y la realidad cruel, este espacio será nombrado Frey.

Esta situación podría compararse, levemente, con "El Diario de Ana Frank" (libro que leí ya hace varios, varios años), yendo más allá de la época y la situación en la que fue creado el diario (directamente por Ana Frank, en mitad de la gran masacre y exterminación de los judíos), nuestra protagonista estaba rodeada de personas que, probablemente, la querían y la apreciaban mucho y aun siendo así, ella se sentía sola y por eso mismo decidió hacer de su diario íntimo su mejor amiga: le dio un nombre y, en cierta forma, podríamos decir que le dio vida porque, mas allá de no existir físicamente (de no tener un cuerpo, una mente y un alma), lo trataba como a una persona real... "Kitty" existía en su interior, era real para ella y, a fin de cuentas, eso es lo único que realmente importa. Ana Frank le contaba sus experiencias a Kitty, anécdotas, sus preocupaciones, etcétera.