Eres mi Omega #Minsung# [PAUSADA]

Capitulo 10

Notita:
Bueno.....ahora voy a narrar desde la perspectiva de Minho, ¿que sentido tiene narrar desde la perspectia de un niño inconciente?

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Narra Minho

¿Alguna vez han sentido una tristeza extrema, como si alguien les arrebatara algo muy importante de su vida?

Eso sentí cuando el grito de Seungmin, el amigo de Jisung al me cual había tomado el tiempo para conocerlo bien en el hospital, llenó mis oidos, pidiendome ayuda.

"¡¡¡¡¡¡MINHO!!!!!! ¡¡¡MIERDA JISUNG NO TE DESMAYES!!!" Pero.....llegué muy tarde, Jisung estaba tendido en el piso, con sangre chorreando de su cabeza, una especie de aguja enterrada en su brazo y una chica frente a él con una sonrisa macabra.

"¿¡¿¡QUÉ MIERDA HISCISTE!?!?" Le grité, pareció asustarla.

Sin decír más, la niñita esta se dio cuenta de que soy Lee Minho, el heredero de LyCo,  y miró a Jisung con una falsa preocupación, yo solo mr dispuse a asesinarla con la mirada y a tomar a Jisung en mis brazos, yo tiritando, agarrando su cabecita en donde estaba la herida, evitando que más sangre saliera. Reconfortandolo mientras SeungMin llamaba una ambulancia. Besando su frente y susurrando "todo estará bien, se fuerte, mi omega", sentí mis ojos arder, los cerré con fuerza, tratando de que esa molestia junto a los horribles pensamientos que pasaban por mi mente se fueran. Tratando de escapar de ese sentimiento de ira y tristeza. Mis mejillas se sintieron humedas. Estaba llorando.

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-¡Rápido! -grité, desdesperado, mientras el auto con una sirena se acercara.

Solo acariciaba la mejilla de Jisung mientras sentía que el alma se me acababa por mis lagrimas, lo podía perder, no podía perderlo, negué internamente y sacudí mi cabeza en un intento de poder quitar ese horrible sentimiento de mi cuerpo, pero todo eso fue en vano, mi mente se llenó de imagenes horribles, Jisung en el hospital, doctores gritando y tratando se salvar la vida de mi pequeño, y finalmente....él, todos vestidos de negro, llorando, y él, muerto. Podía perecer exagerado, pero todo en lo que mi mente pensaba no era bueno.

 Finalmente llegaron los parameedicos, esto iba de mal en peor, cuando se llevaron a Jisung al hospital, yo no pude ir junto con él en la ambulancia, así que corrí a mi auto y me fuí, nescesitaba que Jisung estuviera bien, lo anhelaba, lo rogaba.

Bajé del auto y corrí, como si mi vida dependiese de ello, no me dejaron pasar y tuve que quedarme afuera, ya que los doctores hijos de puta no me dejaron entrar al pabellón. Todo porque a Jisung le estaban poniendo puntos en la cabeza. De cualquier manera pude convencerlos de que me dejaran entrar a la habitción de él antes de que llegar, y así yo estaria ahí cuando Jisung llegara. 

-Jisung.......resiste- murmuré yo, sentado en uno de los sillones que había justo junto s su cama, un nudo se hizo en mi garganta, dolía, dolía mucho el estado en el que Jisung se encontraba.    

Lo peor de todo el caso ers que yo ese día le propondría que fuera mi novio. Hija de puta, eso ers lo que me venía a la mente  uando pensaba en esa perra, rubía, plástica, parecía una muñeca mal hecha, por más linda que fuera, ella tenía el alma más podrida que  un pantáno, ella era sólo una niñita, yo me veía intimidante a su lado, y claro, también la intimidaba a ella.                       El corazón me dolía de sobremanera, y esos horribles pensamientos volvieron a estimular mi mente, ese sentimiento de perderlo hacía que mi corazón se estrujara lentamente, junto con el dolor de mi corazón. Una punzada de miedo atormentó mi mente, así atrayendo aún más pensamientos horribles, cada uno inspiraba más miedo en mi que el anterior.

Y así pasé gran parte del dia, hatsa que por fín llegó, en una camilla, con sus ojitos cerrados, con su boquita entreabierta, respirando tan suavemente, dando la impresión de estar respirando tan pesadamente, aunque no, su respiración era suave, casi imperceptible para el oido. Lo recostaron en la cama, y yo, apenas se retiraron los integrantes y el staff de equipo médico, tomé la mano de Jisung, y aunque él no podía oirme, empecé a susurrar cosas que lo reconfortarían, acariciando su hermoso rostro, esas facciones delicadas me enamoraban, sus mejillas con una piel suave y tersa, que se veían tan lindas cuando Jisung las inflaba, esos labios rosaditos, los que yo podía besar para calmar sus penas, para parar sus lagrimas, para hacerlo feliz, una felicidad inexplicable que tanto yo como él sentimos cuando nos besamos,cuando nuestros labios se moldean de tal manera que encajan a la perfección, con tanta dulzura que nuestras almas se conectan con tan solo un beso, expresando tantos sentimientos. Eso era lo que Jisung me hacía sentir, y era algo que no quiero perder. Nunca.