Capítulo 3

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Una vez dentro de mi casa desactive  la alarma, no que sufrí algún robo pero algo en mi prefería estar aseguradamente a salvo, camine en la estancia con paredes azul marino  buscando con la mirada a Leila  a quien vi sobre uno de los sofás blancos se estiraba y me hacía  sonreír con sus posturas.

Leila era la gata  de la vecina
que se pasaba más tiempo en mi casa que en la suya, considere tener una mascota pero luego me arrepentí y ahora Leila utilizaba la abertura  en la puerta, subí las escaleras con Leila pisando me los talones estaba caminando en el pasillo hacía  mi habitación manteniendo  una conversación con Leila un poco penosa, puesto que no respondía cuando debía, me pare abruptamente  y miré  la puerta semi abierta de mi habitación con el interior a oscuras... la verdad es que pasaría por alto a cualquiera persona pero yo era muy ordenada y era muy consciente de haber cerrado la habitación  y las luces  no estaban apagadas, tácticas de buena memoria provocadas por mi tendencia al pánico.

Derepente sudaba frío y mi sentido del oído se intensificó  de tal manera que pude incluso oír los latidos desbocados  de mi corazón.

Había bastante tensión en el momento di  dos pasos mirando la abertura intentando ver lo que sea que me espere en la oscuridad, tenía miedo y no lo podía negar  seguía igual de asustadiza, giré hacia Leila sin bajar la guardia  hacia la puerta enfrente.

- vamos - dije haciendo le señas para que me siguiera pero estaba sentada con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda y me miraba fijamente pasando la mirada de mi a la habitación, incluso ella opinaba que no debería acercarme  pero no le hice caso ni a mi consciencia  ni a Leila. Me adentre en la habitación  con pasos temblorosos observando por el mínimo movimiento, cada detalle escrutinado bajo mi mirada.

Hasta que se oyó un estruendo al lado de la cama, no me preocupe en mirar solté  un grito y salí corriendo al pasillo el pánico  me calcomia mi pie fue arañado  lo que me descontrolo por completo y  a la hora de bajar los escalones rodé por ellos.

observé desde el suelo del salón donde había aterrizado   como Leila salía pitando bajo la segunda puerta principal.

Como es que no sonó la alarma si alguien estaba aquí, por que fue más claro cuando escuche pasos, eran pasos acercándose  al comienzo de las escaleras.

chille, me vino la valentía al cuerpo me levanté sin ninguna elegancia y hice lo que haría cualquier valiente tocar la alarma que emitió un ruido
espantoso, desconcertante pero era musica de paz para mis oidos.

SALVADA POR LA CAMPANA

Queenators que os ha parecido 😶 espero que os Bust
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my love 😇

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