Adolescencia

182 25 9
                                    

Hijo mío: Estoy orgulloso de ti, durante toda tu infancia fuiste un niño amable, dulce y preocupado por los demás.

Pero, durante el último tiempo he notado cambios en tu actitud, inicias a comportarte distante, te envuelves en tu propio mundo, comienzan a interesarte las chicas y sientes atracción por todo lo prohibido.

Tu padre amenaza con castigarte, tu madre insiste en llevarte al psicólogo. Un profesor te habla de mi; pero estas convencido de que son: "puras tonterías de un viejo amargado", aunque a veces en tu confusión intentas elevar la oración que te enseñó la abuela.

Esto último entristece mi corazón; pero no dejo de amarte. Estoy esperándote, para cuando decidas conocerme.

Con amor: Papá.

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

1 de corintios 1:18

Buzón del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora