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Queridos Mamá y Papá.

Sé que cuando lean esta carta yo ya estaré en Londres comenzando mi carrera en artes plásticas. Sé que no ha sido nada fácil, pero agradezco su amor, apoyo y comprensión, no los decepcionaré. Comprendo que esto es una etapa nueva de mi vida, realmente me habría gustado mucho que estuvieran conmigo antes de abordar, pero ustedes también salieron de viaje y no pudo ser.

Agradezco todos los años que me dedicaron, es momento de iniciar una nueva historia, Mamá no llores cuando leas mi carta y Papá, sigue protegiendo a Mamá, es hora de cuidarme solo. Me quedaré en el penthouse como me han indicado para su tranquilidad. ¡¡Estoy muy feliz de esto!! Nos veremos en dos años y medio. Sé que ser CEOs de una empresa no es trabajo fácil, puedo asegurar me han educado correctamente y ¡no les fallaré!

Los amo demasiado y de nuevo gracias, ¡muchas gracias!

Atte: Su hijo Jeon Jungkook

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Pasaron las horas, exactamente 13 horas de vuelo. Estaba cansado y con un poco de sueño. El vuelo había sido difícil, era la primera vez que viajaba solo tan lejos. Su cuello dolía por la mala postura y no hablemos de las horas de sueño, no pegó el ojo en todo ese tiempo. La euforia de vivir solo y los aires de libertad lo tenían despierto y sin apetito. Al bajar del avión y cumplir con los protocolos del aeropuerto, tomó su maleta y se dispuso a salir del lugar y tomar un transporte. Colocó suavemente los auriculares en sus odios, removió su flequillo dejando ondear su cabello color azabache y tomando su mochila y maletas comenzó a caminar escuchando su canción favorita del momento "We don't talk anymore" la cual le hacía recordar a su antiguo mejor amigo, el único que tenía en realidad. Su separación fue muy dura para él porque habían estado juntos toda la vida —Tal vez no tomó bien mi decisión de vivir en Londres— Pensó para sí mismo mientras seguía caminando por el largo pasillo para salir a la zona comercial del lugar.

Antes de poder contestarse algo a sí mismo o poder tan sólo reflexionar en las cosas que había hecho sin pensar en los demás, chocó con una persona. Él era un poco bajo de estatura pero se veía mayor que él, estaba demasiado bien vestido, de su rostro sólo pudo distinguir unos labios algo delgados y cabello castaño, cuando quiso fijar sus ojos en su rostro se inclinó con total vergüenza apenado —Lo-lo siento mucho, lo siento— Habló con timidez en un inglés un poco penoso, tomando la maleta que se había caído.

—Grrrs...— Gruñó aquel ser al sentir al chico de cabellos azabache chocar con él, vio su rostro y le pareció lindo, realmente muy apuesto y jovencito, lleno de vida e inocencia. Pero antes de poder cambiar su imagen de prepotencia el menor se había ido corriendo sin percatarse de que un pequeño dije color plata se le había caído al piso. Lo tomó y siguió su camino hasta el angart de los aviones y abordar su vuelo a Milán.

Él más joven salió rápidamente, se sentía tan idiota, primer día en Londres y ya hizo una torpeza. "Vida nueva" pensaba cada vez que podía mientras subía a un taxi y se dirija a su destino, Hampstead. Sus padres se habían enamorado de los colores del lugar y de lo silencioso que era y está de más decir que era la primera vez que conocía aquel lugar. Mientras iba en el taxi miraba todo a su alrededor. Al llegar entro y colocó las llaves nerviosamente en el pomo de la puerta abriendo con un poco de torpeza. El lugar estaba totalmente amueblado de forma fina y muy a la inglesa, sin perder por supuesto, el toque asiático que caracterizaba a su madre.

Respiró profundo y subió a la habitación principal, había una foto familiar de él y sus padres sobre la cómoda y al observar la misma, dejó ver una sonrisa llena de nostalgia y ternura. Suspiró ligeramente y se dejó caer en la cama, sacó su móvil y algo en él era extraño, después de unos segundos se percató de que el dije no estaba ahí —¡Ay no!... ay no, ay no— Dijo repetidas veces mientras buscaba en su chaqueta y maletas el objeto, recordando de súbito el choque con aquel chico raro. Cerró los ojos y maldijo al aire, aquel dije era único y no había otro como ese, sus padres le regalaron justamente una J que representaba su nombre, ya que para la fecha en la que iba a irse a Londres sus padres, por azares del destino, tuvieron un viaje que cruzaba con la misma fecha y como compensación le regalaron algo único que nadie más tenía. Sus ojos lentamente se cristalizaron cuando recordó que no había distinguido algún rasgo del chico en cuestión, pero, sabía que si volvía a verlo él tendría su dije y podría pedírselo aún si le tenía que pagar por el dos veces.

Amor o Contrato [SUKOOK || YOONKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora