Tenía que ser franco consigo mismo, nunca había estado en el lugar de quien intenta enamorar, es decir, nunca había tenido que ir detrás de alguien que resultara tan condenadamente terco para que aceptara las cosas que hacía con...amor.
¿Amor?
Amor era una palabra enorme, lo había sentido solo una vez (amor de pareja), y aunque estaba seguro de que no iba a amar a MinHo de la misma manera que amó a MinSeok seguramente lo iba a querer con la misma intensidad y con otro diferente tipo de amor.
—Nunca te había visto fruncir tanto el ceño —KiBum dijo cuándo alzó la vista de la computadora donde estaba tan entretenido en teclear.
TaeMin no apartó la mirada de los zapatos deportivos que le fueron devueltos, la caja incluso no se abrió.
Había enviado esa caja al departamento de MinHo, siendo consciente de que este estaba todavía abrumado por sus intenciones y recientes conversaciones, le pidió al encargado de edificio que se la entregara.
Y como los otros regalos, le fue devuelto tal y como los hubo embalado; la primera vez que pasó se dijo que fuera paciente, esta era como la quinta vez y su paciencia estaba a empezando desequilibrarse.
Pero TaeMin era decidido, y aunque esto lo molestara (por que sí lo hacía, y mucho), no se iba a rendir.
Y por eso decidió que haría las cosas como debió hacerlo desde el principio.
Él iría en persona a darle el siguiente regalo.
—Deja de platicar con Jonghyun hyung y dime si quedan entradas —habló con esa voz solemne que lo caracterizaba.
—Mi novio se ha ido durante casi tres meses, no me culpes por pasar tanto en un platica que deberíamos tener en persona —y ahí estaba de nuevo, la sonrisa tonta de su mejor amigo al recibir un mensaje por chat.
No supo cuándo comenzó a envidiar esa sonrisa tonta .
Esperaba tener muy pronto algo como eso.
Tenía fe en que pasaría.
El próximo presente no sería rechazado, estaba seguro de ello. De las conversaciones que muchas veces sostuvo con MinHo (las cuales recordaba muy bien), el chico siempre habló de lo mucho que le gustaban los deportes, además de su curiosa fascinación por las artes plásticas, era una verdadera caja de sorpresas.
—Tu esfuerzo será recompensado — volteó, KiBum tenía el codo sobre el escritorio, su cabeza reposando en una mano—. No te rindas, no importa cuánto te haga esperar ese Choi.
TaeMin sonrió, quitó la caja de zapatos de su hinchado estómago y se bajó de la cama —. No lo haré —dijo cuando pasó frente a él en su camino hasta el baño, por...ya no recordaba que vez. Las desventajas del embarazo era su vejiga siendo apretada e interminables ganas de ir a orinar, hacía mucho que dejó de luchar contra ello, pero eso no quería decir que no le molestara.
Saliendo del cuarto de baño KiBum seguía frente a la computadora, ya no estaba esa sonrisa bobalicona en su rostro, tan solo una expresión tan suave. Curioso, se acercó, apoyó una mano en el respaldo de la silla, en cuando tuvo un primer vistazo de la pantalla, comprendió lo que hizo que su amigo estuviera en ese estado.
—Si yo lo extraño, no me imagino como puedes estar tú —sintió la humedad en sus ojos al ver la foto que seis años atrás se tomaron juntos, una semana antes de la pérdida de una persona tan importante. Se habían ido a un parque de diversiones, la foto se la tomaron en la tarde, todos ellos en una banca donde solo entraban dos personas, pero como era una cita de parejas no tuvieron problemas en compartir lugares.
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Sin amor
Fanfiction¿Hasta dónde serías capaz de hacer para cumplir un sueño? TaeMin no quería quedarse solo para el resto de sus días, tampoco una pareja para formar una familia. Su más grande sueño era tener un hijo con quien compartir su vida. Auto sustentado y es...